Lynn y Tony estarían felices de conseguir uno de estos dispositivos portátiles que ha creado la compañía tecnológica llamada DogStar Life y que traduce las emociones de los perros analizando el lenguaje de su cola. Según el portal web de la empresa, la cola es la interface social del perro, como la sonrisa para los humanos, «por lo que entenderla implica entender al perro». El aparato es un sensor ultraliviano que captura los patrones del movimiento durante todo el día y envía la información al móvil del dueño. Lo mejor de todo es que cuesta más de mil dólares…