Un buen día de 2010, Dotan Negrín decidió darle un tono musical a la vida: vendió todo lo que poseía, renunció a su trabajo en Nueva York, compró en eBay un camión en condiciones y se lanzó al mundo con lo único que necesitaba: ese sonoro instrumento y su perro Brando. Durante estos cinco años, el desprendido joven ha transitado las calles de unas 300 ciudades en 21 países donde, más que sus notas, ha despertado mucho interés el curioso peregrinaje del aventurero.