Luego del oso de la piscina, hay que creerle con toda confianza a la excusa que puso un cartero de Vancouver, Canadá, en su reporte de incidencias para no entregar un paquete postal: Beart at door (Oso en la puerta), así decía la notificación que leyó en el buzón, junto a la verja que ni siquiera se atrevió a cruzar. Es de suponer que en la boscosa Columbia Británica ocurren a menudo tales percances, pues el caballero que debía recibir el envío comunicó a la Canada Post Corp.: «Esta es una razón decente para no entregar el paquete en mi puerta».