No hay dudas que es un exagerado por mucho que pese la tradición y, además, le sobra tiempo. Seis horas demora Avtar Singh Mauni, un religioso indio de 60 años, en enrollar en su cabeza el turbante más grande del mundo, que consta de 645 metros de tela (lo habitual son cintas de no más de siete metros) y pesa 45 kilos, los que incrementa con una espada y otros ornamentos en el cuerpo (que pesan 39 kilos más), cada vez que acude al templo sijí en Punjab, donde vive. Por supuesto, Avtar es una celebridad.