Un albañil de Hannover, cuyo nombre no fue revelado por el diario local Hannoverschen Allgemeinen Zeitung, quizá reciba una recompensa, pero no debe ser cosa que le preocupe si nos atenemos a su gran honestidad. El hombre, que remodelaba el suelo de la cocina de una vivienda, descubrió un tesoro de tres kilogramos de oro y plata en una barra del metal y dólares de oro australianos, valorado en más de 100 000 euros. De inmediato alertó a la empresa que lo contrató y esta a los herederos del piso. «Encontrarse un tesoro da una sensación curiosa… Nunca había tenido tanto oro y plata en la mano», declaró el honesto obrero, quien confiesa que en ningún momento pensó en apropiárselo. No se ha hablado de recompensa, pero los herederos solicitaron los datos del trabajador para mostrar su agradecimiento. Efectivamente, otro mundo es posible.