«¡Uy! Discúlpame, me parece que te casé con el testigo», le dijo la jueza a Maricel, de 30 años, que junto a su novio Ezequiel, de 28, no podían creerle.
Parece que la fiesta comenzó temprano y por todo lo alto en un barrio de la provincia argentina de Córdoba, y al finalizar la ceremonia de casamiento con aplausos efusivos por el jolgorio, la jueza se dio cuenta de su error: confundió los documentos de identidad y puso a la joven como «esposa» en el DNI del testigo; sin embargo, el acta matrimonial estaba correcta, y Maricel es oficialmente la esposa de Ezequiel.
En fin, el testigo tiene que renovar su carné de identidad, y mientras tanto, a la flamante esposa la llaman «Maricel y sus dos maridos». Ezequiel confía en que no se lo tome muy a pecho.