Una nueva moda hace furor entre las jóvenes japonesas. Resulta que en vez de preferir dientes perfectos, buscan quien les desforme la dentadura. Buscan, según dicen, crear un efecto vampiresco, incluso aseguran que las hace dueñas de un look «casual», más atractivo y real, a diferencia de las perfectas supermodelos que inundan las revistas. Entonces, nada de «aritos», ligas o molestas operaciones para que los dientes tomen su sitio, ellas son felices dejando crecer imperfecciones o, incluso, deformando la dentadura para que los molares empujen a los caninos hacia delante. ¡Sufre, Drácula!