Lorenzo pasará a la historia por ser el primer loro arrestado por la policía. Las autoridades de Barranquilla, Colombia, lo detuvieron porque avisaba a sus dueños, —unos narcotraficantes— de la presencia de policías.
«Corre, corre que te come el gato», gritó Lorenzo a todo pulmón el día de la redada, como hacía siempre que veía a un uniformado. Los malos lograron escapar, pero a él lo metieron tras las rejas. ¿Ahora, en la comisaría a quien le advertirá?