Un militar celoso, renuente a que su esposa lo abandonara, puso a correr a los vecinos de su edificio al colocar una bomba en una de las ventanas de su apartamento, en el distrito de San Miguel, al sur de Lima.
Por suerte la policía logró desactivar la bomba y la hizo detonar sin causar daños personales. En tanto, el militar, nombrado Garavito Baca, explicó a un fiscal que había colocado la granada con una finalidad «persuasiva». ¡Te creemos!, cómo no….