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En Venecia, la policía arrestó a un hombre que tenía el hobby de filmar la «retaguardia» de las damas que paseaban por la Plaza San Marcos. El «cineasta» perseguía a señoritas en minifalda. Pero su modus operandi (un bolso con un pequeño agujero y una cámara oculta) fue descubierto cuando intentaba «captar» un mejor ángulo del trasero de una mujer que se inclinó a recoger algo. ¿Error de principiante? De eso nada. Los carabinieri le incautaron 3 000 imágenes de posaderas, así que el pervertido «documentalista» podría residir en prisión entre seis meses y cuatro años por invadir la privacidad ajena. ¿Grabaste? ¡¿Abuelitaaa?!
La japonesa Keiko Wakabayshi fue contratada por la milicia italiana para entrenar a los reclutas en combate mano a mano. La mujer de 77 años y apenas un metro cincuenta de estatura doblega sin esfuerzo a los jóvenes soldados que rondan en promedio el metro ochenta. Y es que esta abuela es experta en artes marciales (jiujitsu, jojitso, kenjitso, judo, kendo, karate...) por lo que revolcar por los suelos de las barracas a cada uniformado de la brigada es para ella coser y cantar. ¡Toma un estrellón, mi nietecito!
PeluditoUn australiano se ha convertido en una atracción en Elmhurst, Victoria. Y es que para consternación y rabia de los barberos locales, Phil Moore, de 42 años, posee el «mérito» de no haber retocado su cabello o su barba por más de una década. Y no tiene planes de empezar ahora. Su hijo encuentra en la luenga cabellera de su padre un ejemplo a seguir y está intentando copiar el distintivo look. Sin embargo, la meta no será fácil, pues deberá recorrer todavía un largo camino de un metro y medio por lo menos en extensión capilar. ¡Hum, qué familia tan felpuda!
