Tarjeta magnética Banco Metropolitano. Autor: Adán Publicado: 10/07/2021 | 07:58 pm
Cuadrar la caja es una terminología económica que se refiere a cerrar y contabilizar el dinero existente en la caja contadora a la hora de un cambio de turno o cierre de alguna entidad de servicios gastronómicos o públicos. Es sin dudas una frase muy popular que también se refiere a cuando alguien se relaja, se hace comprensivo, ante determinada propuesta o señalamiento que en primera instancia no quería asumir. Lo más común es escuchar: «Fulano no quería entender, pero después cuadró la caja y no hubo problema». Al parecer, a mi amigo Floro hay algo que no le cuadra referente a los cajeros automáticos y por ello comentó en su más reciente misiva:
«Estimado amigo JAPE, con orgullo de ciudadano tercermundista en vías de desarrollo, aplaudí la aparición de los cajeros automáticos en los diversos enclaves de la ciudad y en el resto del país. Una nueva era comenzaba para el cubano que gradualmente se liberaría de múltiples gestiones en los bancos,
largas horas de espera en interminables colas, cientos de colados, 200 firmas y nombres mal puestos en cheques y otros documentos. Lograbas un dominio total de tu dinero sin tener que transportar efectivo… En fin, la vida misma. La llegada de la tarjeta emitida por el banco metropolitano era beneficio incalculable, aunque solo fuera para contener un par de cientos de pesos que antes dependían de una chequera con múltiples hojas y trastornos de los nervios y la presión en el caso de los jubilados o pensionados de la tercera edad.
«No haré el cuento de la buena pipa. Todos sabemos que el alza de los precios y la devaluación de nuestra moneda ha traído consigo mayor trasiego de personal en estos cajeros automáticos, que en muchas ocasiones no son suficientes o simplemente no ofrecen ningún servicio, porque no han sido actualizados con el dinero correspondiente. Es entonces cuando nace la pregunta que va de boca en boca: ¿Dónde hay un cajero con dinero?
«El cubano rápidamente busca soluciones y ya existe una red de información que auxiliada de un GPS localiza aquellos cajeros que aún contienen efectivo, y emiten la información como pan caliente: esquina de Carlos III y Belascoaín, la ventana de la izquierda tiene billetes de 50 y 100; Ayestarán y 20 de Mayo tenía de 200 y 500 hasta hace dos horas; acaban de surtir con todo tipo de billetes el cajero del Coppelia…
«A simple vista parece una solución razonable, pero lo realmente cierto es que así empezó la cola del pollo y ya saben en lo que se ha convertido dicha cruzada. Me preocupa que en días no muy lejanos haya que levantarse a las 5:00 a.m. y marcar en el cajero de tu municipio, carné de identidad mediante, para optar por un turno con vistas a sacar tu salario u otra gestión monetaria».
Estimado amigo Floro, quisiera pensar que exageras y que no llegaremos a tales condiciones respecto al uso de los cajeros. Es cierto que se ha incrementado la cantidad de personas que se valen de la tarjeta y los cajeros automáticos para hacer sus gestiones económicas, y que hasta en ocasiones hemos tenido que desandar todo el barrio en busca de uno de estos equipos que pueda ofrecernos el servicio requerido. Considero que más allá de las redes ligadas al GPS, la solución está en manos del personal e institución encargados de este servicio. Estar atentos a su buen funcionamiento, sobre todo los fines de semana, es parte esencial de su tarea. En pocas palabras, es como cuando cuadras la caja, solo que ahora se trata de cuadrar los cajeros.