El Septeto Santiaguero cumplió este 2 de febrero sus primeros 25 años Autor: Miguel Ángel Gaínza Publicado: 03/02/2020 | 01:05 pm
SANTIAGO DE CUBA.-Desde el 2 de febrero de 1995 en que iniciaron su camino como agrupación, nunca han soñado con «Los mangos bajitos» (2005).
Constancia y trabajo definen su fórmula del éxito. Si te convocan: «Oye mi son santiaguero» (2010) ó «Vamos pa’ la fiesta» (2012), no dudes que te llevarán a la «Raíz»(2017); pues en su quehacer la riqueza musical cubana se renueva con elegancia y timbres contemporáneos, cual la mejor entrega «Para los bailadores» (2002), para «La Chismosa» (2001): para todos; y tanto empeño es reverencia, «Tributo a los clásicos cubanos» (2018).
Tal es el andar, tenaz y comprometido, del Septeto Santiaguero, agrupación que hoy constituye uno de los emblemas de la música tradicional cubana y que este domingo 2 de febrero festejó su primer cuarto de siglo defendiendo lo mejor del son, la guaracha, el bolero.
Convencer a las nuevas generaciones de que esos temas antológicos del pentagrama tradicional que identifican ante el mundo la auténtica sonoridad cubana, no son música de viejos, es propósito que les anima, no se cansa de repetir su director fundador, Fernando Dewar.
«Hacemos música tradicional para los bailadores y para los jóvenes, es la única manera de lograr que trascienda, que guste entre las nuevas generaciones», ha dicho el reconocido tresero, y la lista creciente de rostros nuevos que gozan hoy con temas como «La meneadera» o »La Guarapachanga», desempolvados, tras un riguroso trabajo de búsqueda y novedosos arreglos, demuestran que ese es el camino válido.
Por eso no extrañan sus dos premios Grammy Latino, con las producciones No quiero llanto. Tributo a los Compadres, en el 2015 y A mi qué. Tributo a los clásicos cubanos, en el 2018; ni sus seis nominaciones al importante galardón (incluida una para la versión anglosajona de esos reconocimientos), o sus reiteradas colaboraciones musicales con importantes figuras como José Alberto «El Canario», Gilberto Santa Rosa, Rubén Blades, Omara Portuondo, Eliades Ochoa, Alexander Abreu, Pancho Céspedes, entre muchos otros.
Sus exitosas presentaciones en plazas y festivales de una treintena de países, dan cuenta de que su arte se aprecia todo el mundo.
Por eso este domingo la fiesta desbordó el corazón de su ciudad santiaguera, esa en la que han demostrado que se puede ser profeta. Allí, en el céntrico parque Céspedes, a las 6.00 de la tarde, tuvo lugar el concierto «25 años y sigo pa’lante», un recorrido por los éxitos de sus 10 discos de estos años, con buenos amigos invitados como el Médico del Rap, el Puro y ex integrantes de la agrupación.
Un rato antes, desde los salones de la Casa de Trova, que le vio nacer y hasta hoy cada martes es testigo-testimoniante de su quehacer, se brindó con ron Santiago por los nuevos éxitos del Septeto y tuvo lugar un intercambio con Marcos Antonio Campins, director de la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales, en Santiago de Cuba, y Graciela Jiménez, directora de la Agencia Son de Cuba.
Fue este el colofón de un fin de semana en el que Santiago celebró en grande el vigésimo quinto aniversario de su agrupación orgullo. La celebración marcó igualmente el punto de partida de los festejos por el aniversario 40 de los Estudios Siboney de la Egrem, fundados por el Comandante Juan Almeida para la preservación del patrimonio sonoro oriental, y de cuyo catálogo de excelencia son parte.
Una descarga, el viernes 31, a las 10.00 de la noche, en el Centro Cultural La Pachanga, uno de los escenarios de sus presentaciones habituales en la urbe caribeña, y el homenaje del Comité Provincial de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), en el contexto del concurso nacional de música Electo Rosell Chepín, el sábado primero de febrero, en el teatro Heredia, completaron el programa de la celebración inmediata.
A más largo plazo, el lanzamiento de la oncena producción discográfica del Septeto, en la que se compilan sus éxitos de estos cinco lustros, con la participación de invitados como José Alberto «El Canario»; las presentaciones de un libro que recoge la historia de la agrupación y documental, producido por LCA Audiovisuales, y la reinauguración del Salón del Son, como su sede permanente, se sumarán igualmente al agasajo, que según los organizadores durará todo este año.
Razones para celebrar tiene de sobra el afamado Septeto. En lo adelante, han reiterado, continuarán asumiendo el riesgo de vestir con los códigos del siglo XXI la riqueza de la música tradicional cubana, y así, tras «La Meneadera» de la «La Guarapachanga», sin dudasm, se consolidarán como un referente del quehacer musical de excelencia, por muchos años más.