Las líneas de productos de Comercial Lauros devinieron fuente fundamental de ingresos para el sostenimiento del sistema de la cultura. Autor: Raúl Pupo Publicado: 21/09/2017 | 06:15 pm
Por el modo de hablar, podría pensarse que la dama estaba fraguando, secretamente, un ataque para saquear el domicilio del reconocido artista de la plástica Roberto Fabelo.
«Lo más especial de mi cocina es el juego de tazas de Fabelo. Son solo para visitas y momentos exclusivos. En mi casa todos saben que no se pueden tocar, porque son mi tesoro. Mi gran sueño es tener todo lo de Fabelo: cortina de baño, toallas, vajilla…», le decía una señora a su amiga, mientras ambas observaban detenidamente los productos que se exhibían en la vidriera de la tienda Arte Habana, en La Habana Vieja.
La entusiasta mujer se refería a la amplia gama de objetos que conforman la colección Arte en Casa, producida por Comercial Lauros, una entidad de Artex S.A., que se dedica a la importación y comercialización de productos culturales, la cual está celebrando sus 15 años de existencia.
En nuestro archipiélago y fuera de él, los productos de las diversas líneas de esa empresa, aunque caros para segmentos de menores ingresos, gozan de gran aceptación, evidencia de que la chatura y el mal gusto que imperan en espacios de nuestra realidad pueden transformarse a partir de proyectos pensados para ser pródigos en cultura, calidad y cubanía.
Irma Castro es una abuela cuya familia vive en el exterior hace varios años. Ella le comentó a esta redactora que es cliente fiel de la Plaza Cultural Arte Habana —el bazar más grande de la red de tiendas de Artex—, porque «me permite comprar cosas del hogar para que, desde la distancia, mi hija tenga un pedacito de su país, algo que la haga sentirse siempre en casa. También adquiero algunas prendas de vestir para mis nietos, pues a ellos les encanta lucirse cubanos y que las demás personas lo sepan».
Historias como estas se repiten una y otra vez. Cada experiencia personal lleva implícito el compromiso de un colectivo cuya premisa de trabajo es «anticipar ideas, concretar iniciativas y ver más allá». Precisamente para tener una mirada más cercana del quehacer de Comercial Lauros, Juventud Rebelde dialogó con Yasser Cardosa Pérez, gerente general de la entidad.
Orígenes
Lauros surgió el 21 de marzo de 2000, en un momento en que la labor de comercialización de productos culturales y la Imagen Cuba en los establecimientos de Artex (sociedad mercantil Promociones Artísticas y Literarias) se fue incrementando y devino fuente fundamental de ingresos para el sostenimiento del sistema de la cultura.
Los artículos utilitarios y decorativos se distinguen porque cada uno lleva aplicada la obra de un artista de la plástica cubana. Foto: Raúl Pupo.
Posteriormente, el gradual desarrollo le permitió sostener un grupo de creación de productos en líneas reconocidas: Natural Cuba (2001), Cuba Bella (2002), Raíces (2002), Arte en Casa (2003), Baúl de Sueños (2004), Patatos (2005), Compay Segundo (2007), Cubali (2011) y Yo amo a Cuba (2013).
«Natural Cuba fue algo totalmente novedoso. Nunca antes se habían incluido íconos de la creación plástica en prendas de vestir. Tiene también algo muy especial: desde su surgimiento nunca se ha repetido una prenda. Eso es muy relevante, sobre todo si tenemos en cuenta que se hacen dos colecciones al año y que cada una lleva lo que denominamos textil para abajo (shorts, sayas, pantalones, jeans…) y para arriba (blusas, camisas, suéteres), además de la línea de vestidos que insertamos hace unos años.
«La mayor complejidad fue buscar prendas con diseños y conceptos que fueran más refrescantes que los que existían en el país en aquel entonces», explicó el gerente general. «También la realidad de aquellos años nos permitió insertarnos como una alternativa válida. En esos años existía un perfil muy económico que se podía encontrar en las Tiendas de Recaudación de Divisas (TRD) o uno muy alto que era el de las boutiques. No había una gama media. Es decir, las opciones para un cliente que quería salirse de la línea económica y que no podía alcanzar la alta eran muy escasas. Natural Cuba llenó un espacio. Fue una buena propuesta para insertar la obra de los artistas en ropas y, además, entrar en un segmento de mercado que fuera asequible, sin perder de vista determinados parámetros de calidad».
Rememora Cardosa Pérez la forma en que aquella labor conmovió a todos los implicados. «Muchos artistas se querían sumar. Recuerdo que Zaida del Río fue una de las primeras que accedió a este tipo de trabajo. Después se incorporaron otros, incluso llegamos a crear colecciones como la del caso Girasol, que se realizó en función de la obra de Flora Fong, hasta alcanzar elevados niveles de distinción en su desarrollo».
Natural Cuba fue la antesala, el antecedente de Arte en Casa, sin dudas la línea que mayor impacto ha tenido y la que mayores satisfacciones ha generado. Agrupa a más de cien artistas de nuestra plástica con obras en el Museo Nacional de Bellas Artes, tanto del fondo de arte cubano como universal. «Con eso no solo defendemos el arte del patio, sino que tributamos al conocimiento de la producción foránea. También se trata de sacar esa creación que está enclaustrada en museos y llevarla con un alcance diferente hasta la gente mediante productos utilitarios y de decoración».
No todo fue color de rosa
Le pedimos a Yasser Cardosa que realizara un balance de experiencias positivas y negativas, porque bien es sabido que toda nueva idea siempre lleva consigo una carga de resistencia.
El especialista confesó que, de manera general, lo positivo tenía un peso mayor. Sin embargo, afirmó que el inicio no fue un lecho de rosas. Con Arte en Casa no todos los artistas estaban convencidos de la validez del proyecto. Algunos cuestionaron la eficacia de llevar su obra a productos utilitarios. Se pensaba que eso sería como demeritar la creación.
«Nuestros argumentos se sustentaron fundamentalmente en que la obra, el original, nunca perdería su valor, y que llevarla a objetos de distribución aparentemente masiva —porque siempre es una cantidad limitada— no sería para nada despreciarla. No obstante, tuvimos la suerte de que otros creadores, como Alfredo Sosabravo y Roberto Fabelo, se entusiasmaron mucho con la idea, porque les gustaba esa forma diferente en que sus creaciones llegarían a las manos y al día a día del cubano.
«Las inseguridades fueron muchas. El Museo Nacional de Bellas Artes no nos acompañó al principio en el empeño. Pasados los años, al ver la dimensión y madurez del proyecto, la institución decidió sumarse y darnos la posibilidad de incluir obras que atesoran en su fondo, lo cual nos alegró enormemente».
Horizontes en expansión
No es posible cuantificar los productos que ha creado Lauros. No es una estadística que sea posible llevar porque el concepto de nuevo producto es muy flexible. Por ejemplo, se puede hacer una jarra con una imagen X, pero al elaborar la misma jarra con una imagen Y, estamos ante un producto diferente. Para tener una idea de la dimensión, Yasser Cardosa sí aseguró a nuestro diario que, sin contar el resto de las líneas, igualmente poseedoras de un amplio espectro en cuanto a propuestas, solo en Arte en Casa se han producido más de 500 objetos.
«Muchas de nuestras colecciones se pensaron básicamente para el mercado nacional y para que el cubano consumiera un producto utilitario. Sin embargo, la realidad es que muchas de nuestras producciones se han convertido en el suvenir por excelencia. Siendo así, vemos cada vez con mayor frecuencia que cuando alguien necesita hacer un regalo de algo de Cuba, que no sea ron, tabaco o café, se opta por Arte en Casa.
«A raíz de esta experiencia decidimos desarrollar la línea Yo amo a Cuba, la cual incluye símbolos e íconos nacionales y va dirigida a un público extranjero, fundamentalmente. Aunque los clientes del patio también lo adquieran. El mercado cubano es bastante elástico y flexible en lo que a parámetros de gusto se refiere, lo cual, honestamente, nos ayuda muchísimo a estar siempre generando nuevas ideas».
Lo que hay más allá
El rostro más visible de Comercial Lauros es precisamente ese que admiramos en las tiendas o cuando durante la etapa vacacional llegan las tan concurridas ferias de Arte en la Rampa, en el Pabellón Cuba. Pero si profundizamos un poco, conoceremos que la entidad lleva a cabo una labor de gran peso social y cultural.
Yasser Cardosa es más que una voz autorizada para hablar de ese quehacer. Y si bien los más de diez años en su gestión como gerente general son suficiente aval, él posee en Artex una larga trayectoria que se remonta a 1991, cuando contaba con apenas 20 años.
«El Ministerio de Cultura tiene tres entidades importadoras: el Icaic, el Fondo Cubano de Bienes Culturales y Artex. Dentro de esta última somos nosotros los que cumplimos esa función. Con respecto a las dos anteriores somos la que mayor volumen manejamos. Incluso, desde ya hace un año Lauros viene asumiendo la importación de los insumos para las inversiones del propio Ministerio: mecánica escénica para los teatros, telones, butacas, luces, audio… Un ejemplo fehaciente de esto lo tenemos en las obras de remodelación del Gran Teatro de La Habana. La gran mayoría de las cosas que se instalaron las importamos. Esa es una fuerte actividad de comercio exterior para la industria cultural».
En 15 años el crecimiento de la institución ha sido indetenible. Su colectivo, conformado por 40 trabajadores, también ha evolucionado a la par de los retos y las exigencias que imponen nuevos y mayores compromisos. Muchos son fundadores y eso denota el clima de entrega que posee cada uno para hacer de Lauros un centro que ha sido merecedor de premios como el International Star Award for Quality, que se otorga en base a criterios de calidad.
La entidad hoy ya no solo crea para Artex, sino que hace muchas actividades de comercio exterior para otras instituciones como el Icaic, la Egrem, Tecnoescena, el ISA, Cneart… «Nos referimos a todo lo que es material gastable para la plástica; lo necesario para la enseñanza de la danza y la práctica del ballet, dígase vestuario, zapatillas, accesorios, instrumentos musicales, equipamiento de audio… Toda la gama de productos vitales para poder desarrollar la enseñanza artística.
Según precisó, la dinámica funciona de la siguiente manera: existe una demanda de la empresa de proyectos del Ministerio de Cultura o de los centros de inversión, en la cual se reflejan las determinadas características técnicas de los productos que se necesitan. Lauros —con su amplia cartera de más de cien proveedores extranjeros, los cuales son manejados de manera activa, en el mercado chino fundamentalmente, aunque mantienen relaciones de actividad comercial con muchos países— sale al mercado solicitando ese producto. Con el que cumpla con las características, con los niveles de calidad, buen precio, tiempo de entrega y se ajuste a los parámetros comerciales, suscribe el contrato.
La división importadora de Artex se dedicó en un momento a la venta mayorista. Pero eso cambió. Por razones básicamente comerciales se determinó dejar algunos productos para exclusividad de las tiendas de Artex, con el fin de que el cliente pudiese tener variedad de opciones distribuidas en otras redes como Caracol, TRD o Cimex. Subrayó Yasser que el gran reto de cada una es crear sus propios productos y poner en el mercado la mayor gama de alternativas, para no uniformar. En ese sentido cabría destacar además que Lauros mantiene un contrato exclusivo con la empresa Havana Club, lo cual la convierte en el comercializador único de productos con esa imagen.
La gestión comercial a partir de productos culturales, donde lo principal es mostrar la esencia de la cubanía, se demuestra en la creación no solo de productos, sino de marcas ya reconocidas. Algunas como Arte en Casa, Natural Cuba y Cuba Bella ya se han registrado. En estos momentos se está tratando de registrar Yo amo a Cuba.
¿Cuándo entran las cortinas de baño?
Las cortinas de baño están entre los productos más demandados. Foto: Raúl Pupo.
Los consumidores sienten muchos de los productos creados por Comercial Lauros como algo muy cercano, e incluso, de gran valor sentimental. ¿Qué les dice eso a ustedes?, le preguntamos a la gerencia de la entidad.
«Todos los días recibimos algo que nos da mucha felicidad, sobre todo referente a Arte en Casa, porque es la línea que más nos ha ligado no solo a las instituciones culturales, sino al pueblo. Las muestras de cariño e interés son constantes. A mi teléfono directo me llaman personas que ni siquiera sé quiénes son o cómo obtuvieron el número, y me preguntan que cuándo entran las cortinas de baño. «Tenemos historias increíbles: de jóvenes que se han ligado al arte y se han convertido ellos mismos en artistas por los productos de Arte en Casa; familias que tienen miembros en el exterior y les exigen a los de acá que estén al tanto de tal o más cual objeto que ellos quieren.
«Hace unos días hablé por casualidad con un conocido que me dijo que él tenía toda la colección de Sosabravo —porque no son pocos los que se han dado a esa tarea— y no le creí. Le pregunte qué objetos tenía y me habló de cosas que se hicieron hace ya más de ocho años, que incluso ni hemos repetido y que de cierta manera estamos tratando de retomar».
Hablando del maestro Sosabravo, Yasser Cardosa narró que un día recibió una llamada del representante del artista para decirle que este estaba muy triste, pues se le había roto una jarra que tenía con una de sus obras. Mal momento, pues resultó que no las había en ninguna tienda, porque es de los productos que más rápido se agota. Entonces Yasser, que sabe perfectamente que Arte en Casa no existiría de no ser por los artífices que asumieron el proyecto como un sueño propio, sacó la jarra de la colección de la empresa, donde se atesora desde el primer objeto que se creó y se lo envió a Sosabravo. Eso los obligó a volver a hacer otra edición para actualizar la muestra y aquietar algunas demandas.
¿Cuándo entran las cortinas de baño? Es la pregunta que se escucha constantemente en la Plaza Cultural Arte Habana, ubicada en la intersección de las céntricas calles de Industria y San Rafael. Tania Cardó González, gerente de la tienda, perteneciente a la sucursal de Artex Habana, dijo que ese es el producto estrella.
La imagen Cuba es dignificada por estos surtidos. Foto: Raúl Pupo.
«Aquí llegan personas de otras provincias y de otros países en busca de esos productos. Además de las cortinas, también tienen mucha demanda las sombrillas, y los artistas más buscados son Fabelo y Sosabravo. También es muy curioso ver cómo los compradores, una vez que adquieren el juego de tazas de café, se ponen de acuerdo para intercambiárselas y de esa manera tener en un mismo set a varios artistas».
Acorde con los nuevos tiempos
«Uno de nuestros grandes propósitos ahora es ampliar en gran medida la línea de vajilla. Con la apertura de muchos sitios de cuentapropistas como restaurantes, bares, paladares y otros, las actividades sociales en torno a estos lugares se han incrementado de manera notable. Tristemente, es común ver que la forma en que te presentan la comida o lo que se vaya a consumir, no es la mejor; y una de las cosas que más puede seducir a la hora de sentarse a la mesa es la presentación. Se trata de tributar a la cultura en ese sentido», manifestó el especialista.
«Aspiramos a que eso mejore. Pensamos en diseños provocativos y novedosos. Salirnos, por ejemplo, del plato convencional redondo. Estamos ahora enfrascados en producir y traer cerca de 70 piezas de cerámica. Esa ayuda se va a reflejar y tendrá su impacto.
«Sin dudas, es un trabajo de mucha presión. Nosotros laboramos con mercados productores, eso significa establecer una relación directa con el fabricante, no tomamos nada de otras marcas. Nuestros productos son obligatoriamente fabricados, porque son propios, con diseños y marcas propias. Por tanto, nosotros debemos llegar a la fábrica, no solo al comercializador».
Cada paso que se da en esa entidad importadora está estratégicamente pensado para cumplir un objetivo primordial: pensar en Cuba, sentirla, mostrarla y compartirla, para poder vivirla de una manera diferente. De rigores, retos, tensiones y dificultades estará lleno el camino del éxito. Pero, como bien demuestra la gestión de Comercial Lauros, la cubanía no se pierde y el gusto por lo propio perdura por sobre todas las cosas.
Ideas, sueños y realidades
Comercial Lauros posee variadas líneas de productos donde creatividad y empeño se conjugan para ofrecer una propuesta de calidad.
•Natural Cuba (2001): Línea de confecciones juveniles. Se distingue por la aplicación de detalles de obras de artistas de la plástica cubana contemporánea en cada una de sus prendas, ajustándose con diseños atractivos a las tendencias de la moda internacional.
•Cuba Bella (2002): Artículos de talabartería. Recrea de manera armónica las obras de nuestros artistas en productos como mochilas, bolsos, carteras, portafolios, maletines y loncheras.
•Arte en Casa (2003): Artículos utilitarios y decorativos. Se distingue porque cada producto lleva aplicada la obra de un artista de la plástica cubana. Desde su creación devino una exquisita fórmula de acercar el arte a la vida cotidiana. Se ha desarrollado gracias a la colaboración conjunta de la empresa Génesis y el Museo Nacional de Bellas Artes (salas de Arte Universal y Arte Cubano).
•Baúl de Sueños (2004): Fue una
iniciativa que se llevó a cabo en un momento y que reunía artículos infantiles, escolares y de fiesta. Se caracterizó por la aplicación de fotogramas de dibujos animados cubanos a los productos. Destacaron las colecciones Estela Granito de Canela, El Trencito y la Hormiga, Maní Maní, Fernanda y La Isla del Coco.
•Patatos (2005): Confecciones infantiles. Surgida a partir de la línea Natural Cuba, mantiene el mismo concepto de aplicar en las prendas las obras de artistas de la plástica cubana contemporánea.
•Compay Segundo (2007): Confecciones masculinas y artículos para fumadores. Con los derechos exclusivos para la utilización de esta marca, fue presentada al mercado para celebrar el centenario del natalicio de Compay Segundo.
•Cubali (2011): Ropa de playa. Variedad de propuesta de pareos, vestidos y accesorios.
•Yo amo a Cuba (2013): Línea de suvenires destinada al sector turístico. Incluye una amplia y variada propuesta de confecciones de ocación para hombres y mujeres, ropa para bebés, deportiva y de mascotas.