La miel es considerada un excelente suavizante. Compruébalo disolviendo una cucharada llena en tres o cuatro tazas de agua caliente, y echa esa mezcla en tu cabello recién lavado.
Escurre la humedad excesiva, pero no enjuagues la cabeza. Usa toalla para secarlo y luego péinalo como lo haces normalmente. La miel también añade brillo a tu pelo.