El grupo de teatro santaclareño Teatro sobre el camino tiene gran interés por dialogar con los jóvenes. Autor: Cortesía de la compañía Publicado: 21/09/2017 | 05:47 pm
Aquel día fue una verdadera tragedia presentar la obra al jurado. ¡Imagínense actuar sin electricidad!, y por tanto, sin audio, en una sala improvisada y con los nervios en contra. Con los especialistas mirando todo fijo, hasta el más mínimo detalle.
Por eso, el grupo de teatro santaclareño Teatro sobre el camino, no esperaba el Reconocimiento Especial con el premio Aire Frío, que otorga la Asociación Hermanos Saíz (AHS) cada año. Y lo acaban de ganar. Precisamente con la puesta en escena de Tragedia, que además, este abril se presenta en el XI Taller Internacional de Títeres de Matanzas.
Dice su director, Rafael Martínez Rodríguez, que es una «versión titiritera del cuento homónimo de Vicente Huidobro y, define una línea de trabajo en las producciones artísticas del grupo: el teatro de títeres para adultos.
«Es una puesta tocada por la gracia del espíritu creacionista huidobriano y marcada por la dualidad del actor en vivo y el titiritero, implícita en el texto original, como tema central que expone el conflicto de una mujer con doble nombre: María Olga, quien es una y otra a la vez: María y Olga, dos seres opuestos, entre cuyos polos se manifiesta toda forma de comportamiento universal; tema que, además, propone urgente reflexión sobre la infidelidad, el matrimonio, la moral y las convenciones sociales».
Sin embargo, lo que aparenta tener un desenlace fatal, trajo a estos muchachos, salidos de las calles, aficionados, pero talentosos, muchísimas alegrías. También este 2014 recibieron el Gran Premio Escaramujo, concedido por la Brigada José Martí de Instructores de Arte. Un estímulo a la labor y superación de los instructores que allí trabajan.
Motivos tienen entonces para celebrar. Mas, ninguno como el quinto aniversario del colectivo teatral, que se cumple este año, y que planean festejar con el estreno de La soprano calva, basada en un clásico del teatro del absurdo: la obra La cantante calva, del rumano, devenido parisino, Eugéne Ionesco.
El original, en su plenitud, resulta una parodia a la cotidianidad de la vida del hombre, en particular, de dos parejas que forman matrimonio. Pero Rafael Martínez decidió enfocarse en la incomunicación entre los seres humanos, un tema descollante en la obra.
La soprano calva se sumará a otras piezas que ya tiene Teatro sobre el camino dentro de su repertorio, al estilo de puestas como Una cama a domicilio, su primera incursión en este mundo; La mermelada, Cucarachas al borde de un ataque de nervios y Yo quiero ser una diva. Las tres últimas encaminadas al rescate de la narración oral en la provincia de Villa Clara.
Tal vez ello explique el porqué del nombre de esta destacada agrupación. De hecho, su director esclarece que «sobre el camino, porque además de los títeres y los entrañables personajes que nos acompañan, también llevamos al hombro montones de historias para contar a nuestro paso diario por Santa Clara; una ciudad sin tradición de narradores orales, donde hemos de esparcir semillas de cuentos y multiplicar los cuenteros ilimitadamente, actual empeño del grupo.
«Tenemos gran interés por dialogar con los jóvenes y hacia ellos nos proyectamos. Es significativo subrayar el espacio y el respeto que hemos ganado entre los demás teatristas del país, aun siendo un proyecto “aficionado”».
Uno escucha a Rafael Martínez Rodríguez y aprecia los magníficos resultados del trabajo de Teatro sobre el camino y enseguida entiende cómo aquel día la tragedia terminó sin llantos, ni dejó malos recuerdos. Más bien, le llovieron aplausos, se fueron los nervios y sobre el camino hubo un final feliz.