La dignataria argentina (al centro) compartió más de 40 minutos con los integrantes de la compañía infantil. Autor: Cortesía de La Colmenita Publicado: 21/09/2017 | 05:39 pm
Integrantes de la compañía infantil de teatro La Colmenita, Embajadora de Buena Voluntad de la Unicef, fueron recibidos la víspera por Cristina Fernández de Kirchner, presidenta de Argentina, en la Casa Rosada, sede del Gobierno.
El grupo forma parte de una delegación del Ministerio de Cultura de la República de Cuba, que junto a trovadores, artistas de la plástica, literatos y otros viajaron a ese hermano país para celebrar el aniversario 40 del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Argentina, según informaron a este diario directivos de la compañía.
Fueron más de 40 minutos de diálogo, durante los cuales la Presidenta elogió a los infantes por su talento y los calificó de buenos cubanos. Además, envió con ellos un mensaje a Raúl y a Fidel.
Fernández de Kirchner bailó, cantó y hasta tocó maracas con los pequeños artistas, quienes hicieron llegar el sabor cubano que se unió a la esencia sureña. También conversaron sobre la hermanad entre ambas naciones al ritmo de la música. La Presidenta entonó junto a ellos canciones como Óleo de una mujer con sombrero, La maza y Ojalá, de Silvio Rodríguez, en «una típica descarga entre amigos».
No es habitual que la mandataria argentina dedique tanto tiempo a una visita en la Casa de Gobierno. Esta vez escuchó también canciones como Mayté, de David Torrens, pero sustituido con el nombre de Cristy, alusivo a la Presidenta; también Besito, del mismo autor; y por último Reyes del son, de Rosa Campos, algo movido como ella misma pidió.
Una hora antes de la visita La Colmenita había protagonizado una función de La cucarachita Martina, en el teatro Cervantes, de Buenos Aires, espectáculo que compartió con La Colmenita Central Argentina, en la capital federal.
En el público estuvieron los más de 200 miembros de las colmenitas que ya inundan los barrios humildes de Buenos Aires. Y ello junto a la existencia de La Colmenita de la capital federal motivó a la Presidenta a concebir otra en Villa XXI, en Barracas.