Hablemos hoy de los prefijos que tienen significación numeral. Los hay harto conocidos por todos: deci—, mili—, deca—, kilo—, pero existen otros que no se usan con tanta frecuencia.
Pueden ser multiplicativos y fraccionarios. Veamos: mega— un millón, giga— mil millones, tera- un billón entre los primeros. (Ejemplos: kilómetro, megahercio, gigavatio, terajulio). Estos son múltiplos. Y micro— un millón, nano— mil millones, pico— un billón, entre los segundos. (Ejemplos: microfaradio, nanosegundo, picogramo). Estos son submúltiplos.
A muchas, muchas personas se les escucha sino (conjunción adversativa) como si no (si condicional y no, negación). He hablado varias veces de esto, ya me apena repetirlo, pero el otro día oí por televisión que alguien leía sino, y la pronunciaba como si no. Semejante error no lo había oído jamás a alguien que leyera la palabra. ¿De dónde habría sacado la tilde para cambiar el acento prosódico del vocablo?
Llegó en hora buena se escribe separado; pero cuando es sinónimo de bienvenida, debe aparecer en una sola palabra: Le dieron la «enhorabuena» con una fiesta familiar.
La Real Academia Española acepta coñá para designar a esa bebida. Prefiere «coñac». El plural es «coñacs».
Las respuestas de hoy
Las palabras agudas que terminan en vocal, en ene o en ese llevan tilde, lo sabemos, pero no cuando delante de esa ese, hay una ene o una ge. Llorens, por ejemplo, no la lleva. Las palabras llanas que no terminan en vocal, en ene o en ese no llevan tilde, excepto si antes de la letra final hay una consonante. En este caso, debemos tildarlas: récords. Creo que en una ocasión hablé de esto, sin embargo, una lectora de Las Tunas me pide que aclare el caso.
Sí, Luis de la Puente, a las letras mayúsculas hay que ponerles diéresis, si así lo requieren: «CAMAGÜEY».