DREAM City. El nombre hace pensar en una serie, de esas que ahora andan de mano en mano, o en un videojuego... Lo cierto es que se trata de un proyecto inédito, en el cual artistas, arquitectos, urbanistas y profesionales del audiovisual de Pinar del Río se han unido para descubrir la ciudad soñada.
La propuesta contará, en su primer momento, con tres capítulos, explicó su promotor, el crítico de arte David Horta Pimentel: arquitectura y urbanismo, audiovisual, y la mirada artística.
En el Museo de Arte de la capital vueltabajera ya se mostraron los trazos del primero, en la actualidad puede apreciarse el segundo, y en marzo finalizará la muestra con el dibujo que hacen de la urbe sus artistas.
«La gente quizá espera una visión de futuro sofisticada, desarrollista, como Beijing, Hanoi o Singapur; sin embargo se encuentran con una ciudad próxima, familiar, una ciudad que es la misma pero diferente, porque la van a empezar a ver con los ojos de los artistas, de los realizadores audiovisuales, de los propios arquitectos y urbanistas que tienen una mirada muy diferente hacia esos fenómenos», valoró Horta Pimentel.
La muestra establece una metáfora dirigida a los tiempos actuales, un juego irónico que trata de romper el equilibrio del sosiego con la dura realidad. Se propone que el público experimente una especie de «corto circuito», «un estado de coma» mientras dure el impacto entre su pensamiento y los estímulos provocados por el medio.
«Cuando decimos la ciudad de tus sueños está próxima, la posibilidad de transformarla no necesita proyectos utópicos, sino que sencillamente está al alcance de la mano. Hay personas a las que les preocupan estos temas, que han razonado sobre ello y creado obras de arte, proyectos urbanísticos, pensando en modificar o transformar ese espacio con vistas al futuro», apuntó Pimentel.
Precisó que es interesante, en medio de las transformaciones que vive el país, sacar la cuenta de dónde hicimos mal, dónde bien, y qué debemos hacer a partir de ahora.
«Vendría muy bien lanzar la pregunta: ¿Cómo vemos la ciudad del futuro? No gráficamente, sino qué nos preocupa del porvenir, hacia dónde estamos mirando, cuáles son las problemáticas más acuciantes, las que más llaman nuestra atención», subrayó.
Cada capítulo refiere un cambio de perspectiva o una estación de paso para que la sociedad se mire a sí misma y visualice esos sueños en vigilia, aspiraciones y esperanzas.
«En esa Dream City conviven las visiones más racionales y organizadas con las problemáticas, soñadoras, irónicas, dramáticas, menos centradas en las estructuras».
Estos últimos se enfocan más en el ser humano, sus problemas e inquietudes. Las muestras de Dream City no regalan el sentido, necesitamos buscarlo, explorarlo; siempre con una lectura compleja, para tratar de detectar la verdadera imagen detrás de lo que, aparentemente, es sencillo.