De izquierda a derecha: Pablo Javier y Héctor García, en el cubículo de edición. Autor: Kaloian Santos Cabrera Publicado: 21/09/2017 | 05:12 pm
Adrenalina 360 está inspirada en muchos niños, adolescentes y jóvenes cubanos que practican deportes extremos tales como patinaje artístico y agresivo en línea, skate board (conocida popularmente como patineta), bicicletas BMX, surf, apnea y escalamiento.
Anclada en el presente, esta nueva propuesta televisiva entreteje las historias de ocho protagonistas, que además de hacer deportes extremos, luchan por ser reconocidos. A partir de ahí, la serie desarrollará diferentes tramas y temas como la interrelación familiar y generacional o la amistad.
Con un elenco donde coexisten profesionales consagrados y jóvenes que van labrando una carrera exitosa en el medio audiovisual con otros que se estrenan, Adrenalina 360, a cargo de la Casa Productora de Telenovelas del ICRT, cuenta con 73 capítulos. Es idea original de la directora y guionista Rosaida Irízar y está dirigida por el joven Pablo, «el Chino», Javier López, quien tomó el guión escrito por Anabel Enríquez, Javier de la Torre, Sigrid Victoria y Abel Ballester, todos asesorados por Nilda Pérez.
En Adrenalina 360 se entremezclan la estética de los videojuegos, el videoclip, los programas deportivos y la animación en 2D y 3D, gracias a la colaboración de los Estudios de Animación del ICRT y Anima del ICAIC, en Holguín.
Escena 1: preparados... ¡acción!
Desde hace casi una década, Pablo, «el Chino», Javier López vive los avatares que encierra la carrera de un director. Primero como asistente de dirección y luego como codirector, ha trabajado al lado de Roly Peña en tres series juveniles de amplio rating como Enigma de un verano, Coco verde y Deporte y amor. Como director ha filmado dos teleplays.
«Conocía de la serie desde que comenzó a escribirse, pero jamás pensé que tendría que dirigirla. Entonces me llegó la propuesta y, a pesar de las complejidades de Adrenalina 360, acepté sin dudar. Tuve la suerte de encontrar un equipo muy bueno y me encantó el tema. Era, además, la oportunidad de probarme a mí mismo.
«Mi experiencia anterior me brindó herramientas para asumir el cambio hacia la dirección general de esta propuesta. Y es que un porcentaje de lo artístico tienes que dejarlo en la casa porque debes estar al tanto de todo, enfrentarte a las dificultades inimaginables que genera el rodaje. Estamos hablando de un producto en el que llevamos trabajando casi dos años.
«Adrenalina 360 es diferente a las series que se han hecho antes en Cuba. Y es que aborda el tema de los deportes extremos, con innumerables escenas que exigieron un alto grado de espectacularidad. Aunque nos apoyamos mucho en los dobles, antes de rodar necesitamos meses de entrenamiento para los jóvenes actores», explica el Chino, quien asegura que, afortunadamente, la comunicación con los entrenadores y dobles fue excelente. «Ellos enseñaron a los actores a montar bicicleta o patinar de forma creíble, como lo hacen los competidores. Del resto nos encargamos en la edición. Era clave convencer a los televidentes, de ahí que a la hora de grabar siempre lo hicimos pensando en la fotografía y la edición (a cargo de Ernesto Reyes).
«En este debut como director me salvó el equipo de trabajo. Y el éxito de Adrenalina 360 se debe a ellos, a los actores y, en especial, a los verdaderos protagonistas de estos deportes extremos, de quienes aprendimos mucho».
Escena 2: detrás de las cámaras
Quizá otra tabla salvadora de la serie, que se transmitirá a partir del próximo viernes por Tele Rebelde, a las 7:30 p.m., es la plena libertad para crear que tuvieron el equipo y el elenco.
Héctor García «Papito», director de fotografía, es el autor de muchos de los planos que asombrarán a los televidentes, quienes terminarán preguntándose dónde se colocó la cámara o cómo logró hacerse tal secuencia. «De las series en las que he participado, dice, esta es la más difícil debido a sus requerimientos y a los pocos recursos con que cuenta la Casa Productora. Inventamos todo el tiempo para concebir planos que se ajustaran al grado de espectacularidad deseado.
«Los muchachos pueden hacer muchas cosas increíbles en la rampa, pero si no logro traducir eso en imágenes, de nada vale el esfuerzo. Por ello estudié mucho cada especialidad y tomé referencias de videos dedicados al tema. Tampoco me amilané porque no tuviésemos los artefactos; los inventé. A partir de ahí imaginaba puntos de vista diferentes al que normalmente uno tiene y enmascaraba una cámara digital pequeña, de esas con que se graban videítos en la calle, con un lente de ángulo ancho. No quedó un lugar en la bicicleta o en los cascos de los ciclistas donde no la pusiera».
Otra novedad de Adrenalina 360 estriba en que se escribió por varias personas. Anabel Enríquez, quien se estrena como guionista, fue además responsable de trazar el hilo conductor en el guión general, escrito a diez manos.
«Conformar la estructura de la serie nos llevó seis meses. Debido a que se enlazaban varias historias en torno al tema central, los deportes extremos, nos dimos cuenta de que debíamos incorporar a más escritores para que desarrollaran las subtramas y los personajes. Contar con varios guionistas nos dio, además, la oportunidad de trabajar a la vez en seis o siete capítulos. Luego los revisábamos entre todos, los discutíamos, proponíamos nuevas ideas y los reelaborábamos».
Escena 3: rostros visibles
Con Adrenalina 360 la jovencita Lizet de León, actriz del grupo de teatro de Humberto Rodríguez, incursiona por primera vez en la TV y lo hace con un protagónico. Ella representa a Carolina, una adolescente de 13 años que se empeña en montar skate y competir a pesar del machismo imperante en este deporte. Entre los ocho protagonistas, Carolina es la única mujer.
«El personaje me encantó, porque soy muy arriesgada y desde pequeña me gustaron los juegos que generalmente son considerados de varones. De esta forma y a pesar de nunca haber montado skate, asumí con entusiasmo los entrenamientos en las rampas, los cuales duraron tres meses. Me compenetré tanto con este deporte que hasta compré una patineta y algunas veces andaba en ella. Eso me ayudó a decidirme a actuar casi todas las escenas sin doble».
César Orlando Domínguez personifica a Alejandro, el protagonista principal. Es un adolescente avezado en el arte de montar skate y hacer extraordinarias piruetas. Sin embargo, César Orlando, quien cursa el cuarto año de la carrera de teatro en la Escuela Nacional de Arte, le tuvo terror a este tipo de deportes.
«Me presenté al casting y cuando me escogieron no concienticé lo difícil que me iba a resultar. Y no porque se tratara de mi estreno frente a las cámaras, sino porque nunca había montado skate y desde chiquito le tuve miedo a andar en patines y patinetas. Sin embargo, lo logré vencer con mucho esfuerzo y ayuda».
Según confiesa César Orlando, Alejandro tiene mucho de él. «A pesar de que su mamá se opone, él hace todo por lograr su sueño: montar patineta y competir. Si bien mi mamá siempre me apoyó, también encontré obstáculos para entrar a mi carrera. O sea, esa tenacidad para cumplimentar lo que nos proponemos nos relacionaba a Alejandro y a mí».
Si bien ya contaba con cierta experiencia en el teatro, César Orlando nunca había intervenido en la televisión, y menos asumiendo el papel principal. «Una de las primeras escenas la grabé con Yazmín Gómez y Yadier Fernández, a quienes solo había visto por la TV. Encima yo llevaba casi todo el peso, y la inexperiencia me hacía temblar. En otras estaba rodeado de grandes figuras como Héctor Echemendía o Félix Pérez, pero gracias a la humildad de esos admirados actores, que te aconsejan y se ponen a tu altura, fui tomando confianza, disfrutando y aprendiendo cada día.
«Sin dudas, con ellos nos educamos mucho en la profesión, pero el mayor aprendizaje nos lo dieron con su actitud y humildad».
Rueda entonces la adrenalina por la pantalla chica, en un horario y un espacio que antaño fue de la preferencia de la familia cubana. Al parecer, Adrenalina 360 posee todos los ingredientes para volver a atrapar a grandes y a chicos.