LAS TUNAS.— El fotógrafo alemán Hans Ulrich Meyer se prendó de esta ciudad oriental desde que el pintor tunero Gustavo Polanco lo invitó a venir acá en el año 2001. Ocurrió durante una visita que realizó el artista a tierra teutona, en la cual el europeo viajó con el cubano hasta Holanda y admiraron juntos en una galería un cuadro de Durero.
Hans Ulrich Meyer. Foto: Leonardo Mastrapa «Yo conocía a Cuba desde hacía varios años —precisa Ulrich—. Incluso, tenía contactos con varias asociaciones alemanas de amistad con la isla. En una de ellas un amigo me presentó a Polanco y estuvimos conversando un buen rato sobre temas artísticos. Él tuvo la gran idea y la amabilidad de invitarme a Las Tunas. Y yo acepté.
Su primer contacto con nuestra provincia fue en el citado año 2001. Para entonces montó una exposición en el museo provincial Mayor General Vicente García con fotos hechas por él en Alemania a deportistas y músicos cubanos. Su debut resultó un triunfo. Luego topó con la Jornada Cucalambeana. Sencillamente, lo fascinó.
«¡Qué colorido!, ¡qué belleza! —exclama todavía. Me di gusto con la cámara. Tomé ni se sabe cuántas imágenes. Cuando regresé para la edición del 2002 las traje conmigo y monté con ellas una gran exposición. A la gente le agradó mucho, porque se trata de estampas enormes. Mi propósito es venir todos los años, hacer fotos, exponerlas y luego regalárselas al pueblo de Las Tunas».
Desde entonces no ha faltado a ninguno de esos eventos culturales de corte campesino que cada julio se celebran en Las Tunas. Ahora mismo anda por ahí, preparando sus exposiciones. Realmente, Ulrich se siente aquí como en su propia casa, porque conoce palmo a palmo el territorio y, lo que es más importante, conoce a su gente.
A este alemán conversador suelen recibirlo con especial agrado las autoridades gubernamentales y culturales tuneras. Es siempre bienvenido en los predios de la delegación provincial del ICAP. Él no se conforma con exponer su obra en Cuba. También lo hace en Alemania, tanto en galerías artísticas como en emisoras de radio, «para que conozcan la realidad de esta tierra inigualable», acota.
«En la actualidad trabajo en el área de diseño e impresión de un periódico de mi país —añade—. Una labor muy interesante, que me absorbe bastante tiempo. Pero no dejo jamás de pensar en Las Tunas. Siempre estoy en espera de que llegue el mes de junio para hacer a toda prisa mi equipaje y marchar hasta acá. Necesito estar entre ustedes todos los años. Es algo que no le puedo negar a mi corazón».