El XI Festival internacional Cubadisco, concluyó la víspera con mucha música para rato y desde hace rato, según el Maestro Frank Fernández, comenta la Agencia de Información Nacional.
No por gusto se conoce a Cuba como la Isla de la Música, y en este mundo donde impera el mercado de esa potente industria, aun la creación cubana y de muchos de los pueblos del sur tienen vedado el camino. De ahí que debamos abrir nuestros caminos.
Hace tiempo los cubanos sabemos que fama no suele ser siempre calidad, videos clips fabulosos no siempre contienen una factura musical de altura, y premios...a veces tienen precio en la parafernalia globalizada.
Por ello hay que saludar y reconocer siempre los esfuerzos anuales que desde hace 11 años, en medio de una situación económica de crisis, dieron nacimiento en Cuba a estas fiestas del fonograma y que muchos creíamos que era ilusorio.
Sin embargo, el tiempo ha dado la razón a los que alentaron a creadores, arreglistas y agrupaciones y solistas, con ese certamen que hoy sienta pautas en la región y se ha convertido en cita de unidad e intercambio.
Un premio en Cubadisco es el mayor honor de la música cubana hablando desde el punto de vista de la discografía, confesó a la prensa el cantautor X Alfonso, un privilegiado de esos concursos.
Refuerzan estos comentarios, la novedad de los dos grandes premios de esta oncena edición, a música sinfónica y coral, con la calidad como premisa.
También que la primera ocasión que se otorgan galardones internacionales hayan sido merecidos por la colección de música tradicional popular realizado por la República bolivariana de Venezuela, y el cantautor dominicano Víctor Víctor, con una trayectoria de la bachata al merengue que ha enriquecido esos géneros.
Este XI Festival Cubadisco trajo a primer plano los vínculos de la música y el cine, dos manifestaciones estrechamente unidas y que en Latinoamérica cuenta con protagonistas reconocidos, como son Leo Brouwer, Sergio y José María Vitier, y Edesio Alejandro.
Aunque, a decir verdad, lo más renovador de este Cubadisco que ya ha dicho adiós y se prepara el del 2008, ha sido dar visibilidad, reactivar y tratar de promover la canción llamada necesaria, social, de valores humanos, o también de protesta, como se le ha conocido mucho en la Isla.
Ese encuentro internacional de la canción necesaria, puso a pensar a cantautores, musicólogos, especialistas y productores discográficos, en la búsqueda de alternativas, unidad y voluntad, que en América Latina y el Caribe abran paso a ese tipo de música auténtica y renovadora, que incluya la tradicional y folclórica, como barrera de resistencia ante los efectos devastadores de la homogenización de la cultura.
Mención especial debe hacerse, críticas aparte, de que en estos nueve días, se sumaron más de una decena de plazas, salas y teatros de la capital en función de la música, varios bailables y numerosas instituciones que respaldaron el Cubadisco, aunque se sintió la ausencia de otras, y un 10 para la diversidad cultural que llegó de Venezuela, país invitado de honor de la cita.
Ya se sabe que a África y su diáspora, con la riqueza cultural que tiene, y como tema central la música y la poesía, regirán el quehacer del XII Festival Cubadisco, en mayo del 2008. Será, sin dudas, otra fiesta del sur, de la diversidad de los pueblos y del desarrollo de la discografía.