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La poesía de...Norge Espinosa

Autor:

Juventud Rebelde

Norge Espinosa (Villa Clara, 1971) es poeta, ensayista, crítico, narrador y dramaturgo. Ha obtenido numerosos premios y publicado en varios países. Entre sus libros se encuentran Las breves tribulaciones y Las estrategias del páramo. Estos textos pertenecen a un libro inédito.

BREVÍSIMA APARICIÓN DE JOSÉ MARTÍEN LA LLOVIZNA

Debieran pesar menos tus párpados, y el limode tanto verbo cívico ampararte en mejor modo.Es larga la llovizna, y el paisaje que la midehierve ante tu nombre, que sabíamos Amado.

Estásy no te vemos más que en el espasmoque lo humedece todo, en su Constituciónque tantos generales firmaron muy de prisa,urdiendo otra batalla, otro país,                                                             Papel Moneda

Cárdenas. Bayamo. Ciudades que no vistese empapan de tu nombre como de extremauncióny ni los niños pueden, borrando la lloviznamarcar un tiempo apenas en que no estemos habitándote.Un parque, un mausoleo, repetidos como bustosque doblan tu visión: eso devora la llovizna,y los mapas siniestros que con ninguna brújuladesmentirán al mar, la soledad que nos rodea.Llovizna, talismán, aparición, huida, encanto.El mármol de un portal ya casi hundido te preguntapor los antiguos fríos que te ofreció otra capitalque recorrías cegato, bizambo, desorejadoen pos de islas inciertas, casi humano temporal.

No se esfuma el olor tremendo de tu anécdota.                                                           No cesa la lloviznasino el mezquino tiempo que duró tu aparición.Te vas antes de que abran sus mesas y sus manoslos húmedos civiles que supieron invocarte.Te vas como se esfuma la silente Navidad,y la fe cenizada con la cual sobrevivimos.El día también canta, a su manera, los milagros.Hoy, cuando quiero cerrarme en la lloviznacomo un libro.

PENSAMIENTOS EN LA 22

Si extiendo los brazos de pared a paredalgo más que humedad estará en mí lacerando:la historia del Otro, su terco perfil,que en la noche el vigía procuró, persistente.En la circular número cuatro, haciendoel doble malabar de quien su muerte reconstruye,juego a ser el reo, y en la 22,celda de mi arcano, esto pienso y voy cifrando.

Prisión de la Isla en la Isla del cuerpo. Han borrado claves,grafittis, memorias.El techo se pudre, como la sensaciónde ser el que Fue, tras las rejas, sin rostro.Aguzo los filos de la sobrevivencia,un cuchillo hay en mí que es mi lengua, y el Tiempo.Mi piel es su tatuaje,mi sed su persistir.El hombre al que torturan lo que escribo ya conoce.

No sé, si tuviera la oportunidadde cambiar esta Isla por las otras, qué hiciera.No digo el domingo, pero en la 22el tiempo vuelve a ser un torcido remanso.Aquí tuvo el Otro su mujer imaginaria,como tengo yo ahora un amante abstraído.Quien se murió por mí en la ergástulaaquí hubo de hablar destronado y perfecto:y aprendí a ser la víctima extendiendo sus brazosde pared a pared, de una angustia a otra angustia,de una Cuba que en forma muy menor se nos diluye.

En la tarde, el Presidiono cierra sus compuertas.Entro aquí con la misma obcecación que a un Oráculo.

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