Tribuna de denuncia en Isla de la Juventud al genocidio de Israel contra el pueblo palestino. Autor: Del Autor Publicado: 08/10/2024 | 01:40 pm
NUEVA GERONA, Isla de la Juventud. — En una tribuna que resonó con la fuerza de la indignación y la solidaridad, representantes del pueblo, autoridades locales, jóvenes y trabajadores, así como combatientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y del Ministerio del Interior en Isla de la Juventud, clamaron por la Paz y justicia para el pueblo palestino.
Este evento no solo fue un llamado a la conciencia sobre el genocidio que enfrenta el pueblo palestino, sino también un recordatorio de que la lucha por la justicia y la dignidad es una responsabilidad compartida por todos.
Yailian Naranjo Cruz, en representación de la Federación de Estudiantes de la Enseánza Media, en su intervención, capturó la esencia del sufrimiento que hoy vive Palestina, eco de la desesperación que sienten los niños y jóvenes palestinos, cuyas vidas están marcadas por la violencia y la incertidumbre.
Al señalar que el futuro de estos jóvenes está siendo truncado por las bombas sionistas, su mensaje se convierte en un grito de alerta que no puede ser ignorado. La solidaridad con este "pueblo hermano" es un acto de humanidad que trasciende fronteras.
Por otro lado, Daynne Darlén González Sábado, primera secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas en Isla de la Juventud, aportó una perspectiva vital al enfatizar que, en tiempos de crisis, es fundamental alzar nuestras voces en rechazo a la violencia.
Su llamado a no dejarse paralizar por el miedo o la apatía resuena con fuerza en un mundo donde la indiferencia puede ser tan devastadora como el propio conflicto. La compasión y la empatía deben ser nuestras mejores herramientas para construir un futuro donde todos podamos vivir en paz y dignidad.
Esta convocatoria, organizada por la Unión de Jóvenes Comunnistas en toda Cuba, es también un acto de responsabilidad social. Denunciar el genocidio en Gaza es un deber moral, especialmente cuando se considera que los crímenes cometidos tienen lugar con la complicidad de potencias como Estados Unidos, y donde el silencio ante tales atrocidades es cómplice y permite que la injusticia persista.
La defensa de la soberanía, mencionada por Yailian, es un derecho inalienable de todas las naciones. En este sentido, el apoyo a la comunidad hebrea en Cuba también es relevante; la lucha por los derechos humanos debe ser inclusiva y respetuosa de todas las identidades, en aras de abogar por un mundo donde todos puedan coexistir en respeto mutuo.
Estos actos de denuncia y de reclamo por la Paz en tiempos donde el sufrimiento humano parece ser una constante, son escenarios también para recordar que la solidaridad debe convertirse en un compromiso. La historia nos juzgará no solo por lo que hicimos, sino también por lo que dejamos de hacer ante el sufrimiento ajeno.