Artemisa.— María Silvia Ayala Rodríguez, de 29 años, pasó buena parte del domingo escurriendo el agua que dejó en su casa la crecida del río de Mabay. «Con las lluvias fue preciso aliviar las presas, y el río no siguió su cauce. Yo estaba el sábado en el trabajo y mi madre me llamó desesperada porque ya estaba entrando el agua en casa de los vecinos».
Por suerte, les bastó subir un poco los efectos electrodomésticos y los colchones para mantenerlos a salvo y el lunes, la granmense pudo marchar tranquila hacia la provincia de Artemisa, donde la esperaban con ansias como parte del intercambio entre ambas provincias iniciado en abril de este año.
Los ocho jóvenes, miembros de las Brigada Técnicas Juveniles de la Empresa Agroindustrial Azucarera Arquímides Colina Antúnez, perteneciente al Grupo Empresarial Azcuba, tuvieron una semana llena de múltiples actividades con el objetivo de regresar a Mabay cargados de experiencias artemiseñas que puedan aplicar en su localidad.
Al llegar, rindieron tributo a los moncadistas en el Mausoleo a los Mártires de Artemisa y asistieron a un encuentro literario con el Coronel Enrique Garcés Montero, bayamés devenido guanajayense, nacido también en el consejo popular Mabay y autor del libro El artemiseño que rescató a Fidel.
El plan de actividades incluyó conocer la experiencia de la comunidad sostenible ubicada en el complejo Las Terrazas, la zona de Soroa y la emblemática Angerona. Además, viajaron a La Habana, visitaron el Centro Fidel Castro Ruz y el Memorial de la Denuncia, y sostuvieron un encuentro con las máximas autoridades políticas de la provincia.
Andry González Pacheco, primer secretario de la Unión de Jóvenes Comunistas en el municipio cabecera, explicó a la prensa lo oportuno de establecer este tipo de encuentros para fomentar lazos de trabajo y amistad entre ambos territorios.
Al marcharse a Granma, llevaron una valija con donaciones hacia los más damnificados, un granito de colaboración y solidaridad artemiseña para ese territorio luego de las intensas lluvias. Sin dudas, juventud y alegría versan en la misma oración cuando la voluntad es construir puentes de amor y hermandad.