Está previsto nivelar el terreno hasta lograr la demanda exigida Autor: Hugo García Publicado: 13/09/2022 | 11:17 pm
La estrategia de ejecución en la base de supertanqueros de Matanzas tras el incendio de agosto pasado, permitirá recuperar la capacidad de almacenamiento perdida, de 200 mil metros cúbicos, en un plazo de cuatro años, reporta la Agencia Cubana de Noticias.
Así lo confirmó al diario Granma el jefe del área de inversiones, Liber Sams Toledo, quien precisó que los trabajos para restituir el primero de los cuatro tanques siniestrados comenzarán este mes.
Las inversiones para la recuperación integral del enclave incluyen 14 objetos de obra, entre ellas el completamiento de interconexiones con los muelles, la construcción de los tanques y del nuevo laboratorio de ensayos, así como el redimensionamiento del sistema eléctrico y la rehabilitación de los talleres de mantenimiento, con nuevas unidades de mecánica, electricidad y maquinado.
Está previsto nivelar el terreno hasta lograr la demanda exigida y, una vez construida la base con su cimentación, se emprenderá el montaje mecánico del depósito, que se estima que sea en el mes de abril.
Según el especialista, el empalme del primer tanque marca la arrancada de la segunda etapa de la recuperación, tras concluir la fase de demolición de los objetos y edificios dañados, y de saneamiento de las áreas contaminadas.
Para erigir la nueva estructura, la cual esperan concluir en 16 meses, existe la fuerza especializada y disponen de los materiales e insumos requeridos, aseguró.
El diámetro, indicó, es ligeramente inferior, se trata de un depósito muy similar a los demolidos, incluida la membrana interna flotante de aluminio y el domo geodésico, pero en condiciones de operar los combustibles con mayor seguridad, pues contará además con sistema eléctrico soterrado.
Aseguró que la distancia entre los mismos será de unos 110 metros, casi cuatro veces superior a la anterior, y otra marcada diferencia está relacionada con el cubeto o dique de contención, que será mayor a la capacidad del tanque, de forma tal que, ante un derrame, todo el crudo quede concentrado allí.
Dicho dique se armará con tierra revestida de hormigón, cualidad que evita el colapso de esa estructura cuando es embestida por el fuego.
Lo distingue también el hecho de que dispondrá de cañones de espuma más potentes, y de una nueva posición para los bomberos en caso de emergencia, establecida a una mayor distancia del recipiente.
El ingeniero Rigel Rodríguez, director de la División Territorial Comercializadora de Combustibles, destacó que es propósito conseguir proyectos más resistentes en los cuales todos los sistemas se engranen y muestren vitalidad ante accidentes de cualquier naturaleza.
Refirió que se restablecieron los servicios de comunicaciones de forma definitiva; no así la electricidad y el agua, temas que tienen soluciones temporales y que van a demandar de inversiones para alcanzar la demanda máxima.
Una de las buenas noticias, afirmó, tiene que ver con la restitución de dos líneas principales para comunicar los muelles con la Base, es decir, el ducto de 20 pulgadas de diámetro que conduce el diésel hasta los tanques del área de residuales, y la línea de 24 que posibilita el paso del crudo hacia otros puntos vitales.
Desde hace algunas semanas comenzó en las afueras de la ciudad (en una zona cercana a lo que antes fuera el preuniversitario Enrique Hart) la construcción de 26 viviendas prefabricadas tipo Sandino, con cubiertas de zinc, para beneficio de las familias afectadas, y nueve de ellas serán entregadas antes de finalizar el actual mes de enero, y el resto al cierre de marzo.