En el aniversario 56 del diario de la juventud cubana. Autor: Juventud Rebelde Publicado: 20/10/2021 | 11:13 pm
Compañeras y compañeros participantes en los Primeros Juegos Deportivos Nacionales (APLAUSOS);
Compañeras y compañeros de la Unión de Jóvenes Comunistas (APLAUSOS);
Jóvenes todos:
En primer término, queremos felicitar a los alumnos de la Escuela Nacional de Educación Física "Manuel Fajardo" (APLAUSOS) por su magnífica tabla gimnástica, así como también a los directores de la escuela, a los organizadores de la tabla gimnástica, a los instructores, y a todos los que hicieron posible ese brillante éxito de nuestro atletismo.
Hay un poco de agua hoy (EXCLAMACIONES), pero seguramente que a los compañeros de los institutos tecnológicos agrícolas, que en número considerable veo que se encuentran por aquí presentes, no les parecerá mal que llueva en estos tiempos, ni les parecerá mal a los cañeros, ni les parecerá mal a los agricultores, ni le parecerá mal a nadie. Y que conste que esta lluvia no es artificial (RISAS), no la produjeron los aviones de las FAR sembrando hielo seco, es bastante natural.
Realmente el entusiasmo, el optimismo y la alegría reinan en este V aniversario de la integración del movimiento juvenil cubano.
Arribamos a este aniversario con una organización juvenil que ha avanzado considerablemente en su grado de organización, conciencia y responsabilidad. Arribamos a este V aniversario con toda una juventud dada por entero a las actividades revolucionarias en los distintos campos, con una juventud que en la universidad, en los centros de enseñanza tecnológica, en las escuelas preuniversitarias y secundarias, con una juventud que en el trabajo, y muy especialmente en nuestras Fuerzas Armadas Revolucionarias (APLAUSOS), está en la primera fila de la Revolución. Puede nuestra organización juvenil arribar a este V aniversario saludada por este extraordinario evento deportivo que significan los Primeros Juegos Deportivos Nacionales.
¿Qué significa todo esto? Significa la integración de todos aquellos deberes de nuestra juventud revolucionaria, tanto el deber del estudio y del desarrollo cultural en general como sus deberes ante el trabajo, como sus deberes en la defensa de su país, como sus deberes en el campo deportivo, y que nos permiten vislumbrar el magnífico porvenir de nuestra nueva generación.
Los éxitos que se han ido alcanzando en todos los campos son visibles. En el campo del deporte, por ejemplo, en los juegos pre olímpicos que tuvieron lugar en México —que será sede de la primera olimpiada que se lleve a cabo en la América Latina— nuestros atletas obtuvieron nada menos que 14 medallas (APLAUSOS). Recordarán ustedes perfectamente bien en los primeros años de la Revolución qué difícil era ganarse una medalla en un evento internacional; recordarán ustedes el atraso que había en nuestro deporte, la falta de la participación del pueblo, la falta de técnicos, la falta de instructores, y cómo en estos breves años se comienza ya a alcanzar verdaderos triunfos y se empieza a tomar en serio a nuestro país en el campo del deporte, de manera que incluso —llegando a perpetrar algunas arbitrariedades— se le ha impedido la participación en determinadas competencias internacionales, como ocurrió con la pelota, donde realmente ya no hay quien nos pueda ganar a nosotros (APLAUSOS).
Sabemos también cómo pretenden impedir la participación de Cuba en las competencias que tendrán lugar el próximo año en Puerto Rico, donde nuestro país tiene pleno derecho a participar, y cómo el gobierno de Estados Unidos ha declarado que no concederá visas. Pero también se sabe que en este aspecto el Comité Olímpico Internacional mantiene una posición firme y ha declarado que si no permiten participar a Cuba tendrán que renunciar a la sede (APLAUSOS). ¡Y desde luego que nosotros no renunciaremos por ningún concepto a nuestro derecho a participar en ese evento! (APLAUSOS.)
Se prepara nuestro país para importantes eventos deportivos en los años venideros, y se prepara también para las olimpiadas de 1968, y se prepara sobre todo para las olimpiadas de 1972. ¿Por qué? Porque todos los frutos de este inmenso esfuerzo deportivo comenzarán a verse sobre todo cuando haya transcurrido un número determinado de años. Sin duda alguna que nuestro papel en 1968 será mucho mejor que en 1964, pero en 1972 tendrán que contar con Cuba también en las olimpiadas mundiales (APLAUSOS). ¿Por qué? Porque el deporte se ha convertido en una actividad de todo el pueblo, el deporte se ha convertido en una oportunidad pudiéramos decir mejor para toda nuestra juventud, porque en los años venideros el número de técnicos en todos los campos del deporte, el número de profesores, profesores realmente preparados, poseídos de un extraordinario entusiasmo, se están formando ahora en nuestras escuelas deportivas. ¿Cómo? Se acaba de demostrar aquí con los alumnos de la escuela nacional. Todos estos compañeros pronto ya comenzarán a realizar también determinados trabajos, instruyendo en el deporte a nuestra juventud. Sabemos, además, que estos compañeros han hecho un gran esfuerzo en la construcción de la propia escuela donde estudian, es decir que no disponíamos de un local grande, y trabajando allí con su esfuerzo personal han ido construyendo la escuela, y sabemos que se ha creado una gran conciencia en ese centro, y sabemos que no son pocos los que, habiendo tenido oportunidad de visitarlo, se han llevado una extraordinaria impresión.
Todo ese contingente de técnicos e instructores deportivos, en número cada vez mayor, se distribuirá por todo el país para enseñar a nuestros jóvenes.
Pero no solo esto: en los años venideros el número de escuelas, el número de becados, el número de comedores escolares, el número de internados, irá aumentando considerablemente (APLAUSOS); en los años venideros la alimentación de nuestros niños y de nuestros jóvenes irá mejorando también considerablemente.
Es necesario una vida sana en las mejores condiciones de higiene y en las mejores condiciones de alimentación para que se desarrolle y crezca una juventud fuerte, una juventud saludable que pueda servir de base a todo el esfuerzo que en el campo de la técnica deportiva se vaya realizando.
El hecho de que hoy en nuestro país 1 350 000 niños estén matriculados en la enseñanza primaria; el hecho de que a través de los cursos del INDER se esté brindando ya la educación física en todas las escuelas; el hecho de que hoy todo el esfuerzo que la nación realiza, todo el esfuerzo que la nación realiza (Comentarios)... ¿Qué dicen, que no se oye por allá? (Exclamaciones de: "¡No se oye!") Venga para acá, que aquí se oye (Exclamaciones de: "¡Que se mojen, que se mojen!"). Bueno, ¿se oye ahora? (EXCLAMACIONES DE: "¡Sí!") Mañana lo leen en el periódico, si no oyen qué le vamos a hacer.
Les decía, compañeros, que estos hechos, unidos a las circunstancias de que en nuestro país hoy todo el esfuerzo que se realiza va directamente encaminado a mejorar las condiciones de vida de nuestra población, además, contando con una juventud cada vez más entusiasta, cada vez más responsable, cada vez más consciente y cada vez más revolucionaria, podremos —sin lugar a dudas— ocupar un papel que irá destacándose considerablemente con relación a los demás pueblos hermanos donde desgraciadamente todavía no ha llegado la revolución, pero donde indefectiblemente llegará también (APLAUSOS).
A pesar de que en estos años la Revolución en realidad ha concentrado sus esfuerzos en el campo de la educación y hemos avanzado un extraordinario trecho por ese camino, yo quería aprovechar esta ocasión para exponer ante ustedes que nuestro deber en los años venideros, en los próximos 10 años, es hacer en este campo un esfuerzo aún mayor.
Nosotros conversábamos con el compañero Ministro de Educación en el día de hoy —ese joven honorario que es el compañero Llanusa (RISAS y Aplausos)—, hablábamos de los planes que en líneas generales debemos realizar en los próximos 10 años. Y pensamos que dentro de 10 años, cuando esos planes se hayan llevado a cabo, es decir, cuando haya comedores escolares en todos los centros urbanos del país donde los niños puedan desayunar, almorzar y comer, además, gratuitamente (APLAUSOS), cuando en todos nuestros campos haya un número de escuelas que nos permitan brindar facilidad de alojamiento, alimentación y educación plena a un millón de niños aproximadamente, es decir, cuando toda nuestra población juvenil, desde la enseñanza primaria hasta la universitaria, reciba ya gratuitamente, además de la educación, la recreación y la asistencia médica, la ropa, los zapatos, el desayuno, el almuerzo y la comida en su totalidad —y es difícil que no logremos alcanzar esa realidad en los próximos 10 años—, habremos llevado a cabo la más extraordinaria revolución que jamás se haya hecho en el campo de la educación y de la asistencia y de la formación de la juventud, de las nuevas generaciones de un país (APLAUSOS).
Y, sin duda de ninguna clase, es muy posible que estemos situados en ese campo, para esa fecha, sin duda de ningún género, en el primer lugar en el mundo, y que las experiencias y los logros que nosotros alcancemos sin duda alguna habrán de ser de gran utilidad también para otros pueblos.
¿Con qué factores contamos para ello? Actualmente tenemos ya en los institutos tecnológicos agropecuarios 10 000 alumnos, ¡diez mil alumnos! Para el año 1970 tendremos 30 000; actualmente, cuando empiece el nuevo curso en las Minas del Frío tendremos unos 20 000 jóvenes estudiando para maestros (Aplausos); tenemos ya, por ejemplo, 600 alumnos estudiando en una escuela de alto nivel para profesores de educación física y deportes (APLAUSOS).
Comprendan ustedes que para 1975 todos esos técnicos, en número superior a 40 000, estarán en la producción; calculen ustedes que todos esos maestros estarán enseñando; calculen ustedes que todos ustedes serán ya experimentados profesores y muchos detrás de ustedes habrán estudiado y se habrán graduado también; calculen ustedes el número enorme de técnicos universitarios que en lo adelante comenzarán a graduarse; calculen ustedes qué niveles de educación, qué niveles de cultura, qué niveles de alimentación, qué condiciones de vida sanas, qué niveles de asistencia médica e, incluso también, qué niveles en el estándar general de vida de todo el pueblo para esa fecha.
No solamente podremos llevar a cabo estas aspiraciones, sino que, incluso, podremos ayudar a otros pueblos, podremos enviar técnicos a otros países en la medida que se vayan liberando, o en la medida que lo vayan solicitando, porque cada vez es mayor el número de países que nos piden médicos, que nos piden técnicos agrícolas, que nos piden asistencia técnica en general.
Por eso hay que decir una cosa aquí: cuando alguien diga: "Se necesitan tantos ingenieros", hay que preguntarle: "¿Para nosotros solos o para los demás también?" Cuando nos digan que se necesitan tantos médicos, tantos técnicos en agricultura, tantos maestros, tantos profesores, tantos técnicos de cualquier nivel, hay que preguntarse si para nosotros solos, o si en la cuenta también estamos pensando en otros pueblos que, menos afortunados que nosotros, no han tenido en estos años la oportunidad de avanzar lo que hemos avanzado nosotros; que, menos afortunados que nosotros, no tienen en estos instantes ya el camino magnífico que nuestro pueblo tiene. Por eso en ninguna rama de la ciencia o de la técnica, en ninguna profesión, en ningún sentido nunca sobrarán técnicos.
Esperamos que este enorme movimiento de masas educacional arroje tales frutos, arroje tales resultados, que nosotros no solo podamos satisfacer crecidamente nuestros sueños más ambiciosos, sino que podamos ayudar solidariamente y generosamente, como es nuestro deber, a otros pueblos también.
Para esa gran misión histórica en lo nacional y en lo internacional ha de prepararse nuestra juventud. Nuestra juventud tiene delante una misión histórica que se va más allá de las estrechas fronteras de nuestra pequeña patria, nuestra juventud tiene una misión en todo ese mundo subdesarrollado, en todo ese mundo que lucha contra el imperialismo, que lucha contra el colonialismo y que algún día también tendrá urgente necesidad de cuadros técnicos, ¡de cuadros técnicos!, para dedicarse a la tarea a la cual nos hemos estado dedicando nosotros en estos años.
Afortunadamente cuando la Revolución triunfó muchos técnicos corrompidos, muchos elementos que se educaron en aquella sociedad burguesa se marcharon del país atraídos por las promesas imperialistas. Hay que decir también que muchos técnicos, llenos de civismo y llenos de patriotismo, permanecieron en el país y han ayudado considerablemente a la Revolución a formar a sus nuevos cuadros (APLAUSOS).
Pero, en fin, ¿cuál es nuestra situación hoy? Una situación incomparablemente mejor, de tal manera que por eso no nos explicamos de qué se extrañan nuestros enemigos en el exterior que hayamos ratificado una vez más que la política de esta Revolución es que aquellos que no quieran vivir bajo el socialismo, que no quieran vivir en esta sociedad (Exclamaciones DE: "¡Que se vayan!"), no los expulsamos de esta tierra, porque de esta tierra no expulsamos a nadie, pero no les impedimos, sino que, todo lo contrario, incluso les damos facilidades para que se marchen del país (Aplausos).
¡Porque nuestra aspiración es que se forme un pueblo verdaderamente libre y una sociedad verdaderamente libre de hombres y mujeres libres, de hombres y mujeres avanzados, de hombres y mujeres conscientes, de hombres y mujeres generosos, de hombres y mujeres trabajadores, de hombres y mujeres revolucionarios, de hombres y mujeres socialistas, de hombres y mujeres comunistas! (APLAUSOS.)
Y ese pueblo crecerá superándose a sí mismo, avanzando cada vez más, haciendo uso de su extraordinaria capacidad patriótica, de su formidable materia prima humana. Y alcanzaremos esos objetivos con nuestras nuevas generaciones, con nuestros jóvenes, con nuestros niños, con los que han nacido y con los que en número cada vez mayor nacerán en este país y que ocuparán los puestos que dejen vacantes los que se marchen (Aplausos). Porque sabemos que dentro de algunos años ya no habrá "camaroqueros" (RISAS), llegará el tiempo en que no haya contrarrevolucionarios, porque esa mala hierba es mala hierba vieja, es mala hierba que creció en aquella sociedad sin entrañas, en aquella sociedad despiadada, en aquella sociedad esclavizada por el privilegio y por la explotación y por la injusticia, en aquella sociedad podrida; pero que en la sociedad nueva, en la sociedad revolucionaria esa hierba mala no crece.
Y de nuestros niños de hoy no saldrán contrarrevolucionarios mañana, porque no se educarán en aquel mundo corrompido y corruptor, sino en este mundo nuevo, revolucionario y prometedor. Y porque ya se comienza a ver eso en muchos niños, ¡¿cuántos niños no han declarado, cuando los han venido a buscar, que no quieren abandonar su patria?! (Aplausos), con un ejemplo de grandeza y de patriotismo admirables. Y se han dado muchos casos.
Por eso, en este problema de la salida de los que deseen marcharse, la Revolución se considera en el deber de amparar, sostener y garantizar la más completa educación a todo menor de cualquier sexo que, teniendo suficiente capacidad de discernimiento, no quiera abandonar a su patria para ir a vivir en las entrañas del monstruo (APLAUSOS). Y esos casos, si se presenta la situación —y se han presentado muchos casos de esos—, bastará con que se dirijan a las organizaciones de masa, o al Partido, o a las autoridades revolucionarias y soliciten ese amparo, y soliciten becas y soliciten esa oportunidad de vivir, crecer y educarse en su patria; como también se han dado casos de ancianos que no han querido abandonar el país y que en ocasiones se quedan solos, que considera la Revolución que es su deber también en estos casos amparar, sostener y garantizar una atención decorosa a todas esas personas de edad que se encuentren en esa situación y que vayan a quedar solos y desvalidos (APLAUSOS).
Y ya que hablamos de este problema, quiero aprovechar también la ocasión para esclarecer que cuando nosotros planteamos que podían marcharse del país de una manera legal los que desearan marcharse, se refiere a aquellos que naturalmente, de acuerdo con las normas y disposiciones que han estado rigiendo, tienen derecho a salir del país. Y que ese derecho no lo ostentan aquellos varones comprendidos en la edad del primer llamado al Servicio Militar Obligatorio (APLAUSOS), es decir entre los 17 y los 26 años, o que hayan de estarlo en los próximos años, es decir, los que están entre 15 y 26 años. Porque si no habríamos de tener una situación privilegiada para algunos, y algunos que por no cumplir determinados deberes dirían: "Me marcho"; una situación privilegiada para algunos jóvenes con relación a otros jóvenes. Y además, por supuesto, como sabemos que el imperialismo recluta a los cubanos en su ejército cuando están comprendidos en la edad militar, y los envían en muchas ocasiones a Viet Nam, y en otras ocasiones con sus tropas intervencionistas, como hicieron en Santo Domingo, no estamos dispuestos a facilitarle a ese enemigo de los pueblos "carne de cañón" (Aplausos).
En ocasiones, ¿qué han hecho con muchos de esos jóvenes? Los han entrenado, los han llevado a bases de contrarrevolucionarios y han efectuado invasiones como la de Girón, ataques como la infinidad de ataques piratas que han hecho; y naturalmente, antes de permitir que salga un joven para que después venga en una invasión de mercenarios y tengamos que disparar contra él, es preferible en ese caso que se quede aquí y cumpla su Servicio Militar Obligatorio (APLAUSOS).
Entiendo que era necesario hacer estas explicaciones para que no haya confusiones ni dudas de ninguna clase, y que desde luego continúan los trámites acerca de la forma en que los que se vayan a marchar con derecho a marcharse, se marchen; y no depende de nosotros solos el que esos trámites finalicen cuanto antes.
Así que aprovecho esta ocasión, reunido con nuestra juventud, para esclarecer estos puntos. Creo que ustedes estarán plenamente de acuerdo con este pensamiento nuestro (Exclamaciones Afirmativas y Aplausos).
Bien: tenemos que pronto va a comenzar a aparecer, en lugar del periódico "La Tarde", un periódico destinado fundamentalmente a la juventud (Aplausos), con cosas que le interesan a la juventud, pero que debe tratar de ser un periódico de calidad y que las cosas que allí se escriban puedan interesar también a todos los demás: a los jóvenes honorarios o a aquellos que no tienen el título de jóvenes honorarios.
Ahora bien, había una discusión tremenda: ¿Cómo debe llamarse ese periódico? Entonces había dos nombres ya que quedaban por eliminación, y en vista de esa cierta discrepancia yo planteé que los sometiéramos aquí a la asamblea de los jóvenes. Aquí hay dos nombres: ustedes no digan ni una palabra cuando se diga uno u otro nombre, para que no tenga ventaja el que se diga primero, ustedes se callan cuando oigan los nombres, y después votan.
Hay aquí un nombre, que es "Diario de la Juventud". Otro nombre: "Rebelde" (EXCLAMACIONES). ¡Hay un acuerdo aquí...! Entonces vamos a ver, y sin hacer... ¡Bueno, hagan lo que quieran! (Risas.) Decía que sin hacer mucha bulla, pero ya eso es imposible.
Los que están a favor de que se llame "Diario de la Juventud" (EXCLAMACIONES y APLAUSOS). ¡Esta votación está reñida!
Los que sean partidarios de que se llame "Rebelde" (EXCLAMACIONES y APLAUSOS). (Exclamaciones de: "¡Juventud Rebelde, Juventud Rebelde!")
Aquí la masa próxima a esta tribuna, y de una manera muy espontánea —creo que nadie haya tenido tiempo de hacer campañas—, propone un nuevo nombre, el de "Juventud Rebelde" (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES DE: "¡Juventud Rebelde!")
¿Quiénes son los que se oponen a que se llame así? (Exclamaciones de: "¡Nadie!") Pues parece ser que en esta muy democratísima elección de un nombre, la unanimidad prácticamente es partidaria de ese nombre, que de verdad yo voto también por él, porque es muy bonito: "Juventud Rebelde" (Aplausos).
(Del público le dicen: "¡Nos la devoramos!")
Aquí hay quien dice que se la devoraron. ¿De dónde salió ese nombre?... (EXCLAMACIONES) ¡Veo que ahora todos reclaman la paternidad del nombre! Y, en realidad, el nombre es de todos (EXCLAMACIONES).
Bueno, pero es que ustedes no saben una cosa: que parece ser que hay muchos compañeros que simultáneamente pensaron en la cosa; él fue uno de ellos (Exclamaciones). Bueno, lo mejor será que ustedes se pongan de acuerdo y escojan ocho o diez inventores del nombre, y entonces les den la suscripción por lo menos durante un año gratuitamente, como premio a los inventores del nombre. Además, todos los que están ahí, que crean que han inventado el nombre, escríbanle al periódico (EXCLAMACIONES). ¡Y esperamos que no vayan a arruinar al periódico enviando demasiadas cartas!
Entonces, creo que a partir de mañana empezará a salir ya este periódico, que se llamará "Juventud Rebelde" (APLAUSOS), que significa un paso más hacia adelante, un paso más hacia adelante en el camino revolucionario, un paso más hacia adelante por el camino del socialismo, un paso más hacia adelante hacia el comunismo.
¿Y quiénes vivirán en el comunismo? Nuestros jóvenes, nuestros niños, las nuevas generaciones, que crecerán y se formarán con una conciencia social nueva.
Y por eso a ustedes, compañeros de la juventud, la generación que hizo el socialismo entregará la antorcha para que la lleven adelante, hacia el comunismo (Aplausos). Y esa será la tarea esencial, la extraordinaria y gloriosa tarea histórica de nuestra nueva generación.
¡Viva la Unión de Jóvenes Comunistas de Cuba! (APLAUSOS)
¡Patria o Muerte!
¡Venceremos!
(OVACIÓN)