Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

David y Daniel, unidos por la Historia

Cuba conmemora cada 30 de julio, el Día de los mártires de la Revolución, una fecha elegida para rendir tributo a los caídos en lucha por la liberación iniciada el 10 de octubre de 1868

Autor:

Mileyda Menéndez Dávila

Nació como Frank Isaac País García, pero murió como David, 22 años después, junto a Raúl Pujol, su compañero de lucha, ambos ametrallados por la espalda en un callejón santiaguero el 30 de julio de 1957, tras años de persecución por su liderazgo en el Movimiento 26 de Julio.

Era un joven tímido, dulce, de fe cristiana y martiana. Un chico enamorado que tocaba el piano y soñaba una sencilla boda. Un maestro normalista que inculcó en sus alumnos el respeto a quienes se sacrificaron por un presente siempre mejor, secuestrado por los oligarcas de la seudorrepública.

Cuánto dolor debió ver en su entorno para salir de ese capullo de bondad y trocar en armas su verbo y sus acciones. Cuánto compromiso con los ideales que por siglos han fraguado héroes y anegado en sangre mártir el surco de la Historia.

Solo un mes antes había contemplado el cuerpo baleado de su hermanito menor, Josué País. Y fue duro, sí, pero no era el primer «hermano» que perdía en la contienda contra la policía batistiana en tierras santiagueras.

Al morir este joven, toda Cuba se estremeció. Su entierro resultó épico para la ciudad indómita y generó una huelga espontánea que se extendió a varias provincias. Pero no lo tomó por sorpresa. Como buen líder, ya había preparado su relevo para garantizar la organización de la lucha y el apoyo a los rebeldes hasta que el triunfo alumbrara la nueva Revolución.

El holguinero René Ramos Latour recibió ese encargo. A David lo sucedió Daniel como seudónimo inspirador de los osados mensajes de resistencia susurrados en el llano y recibidos en la Sierra con admiración, porque aquel contador de Nicaro había ganado prestigio al encabezar, con otros coterráneos, el movimiento revolucionario en la zona nororiental.

En abril de 1958 había recorrido el país para fortalecer las acciones del Movimiento e impulsar la huelga general. Su figura era bien conocida por los sicarios de Batista, y se decidió que dejara la clandestinidad y subiera a las montañas como comandante al frente de la columna 10. Tenía 26 años.

Fue el propio Fidel quien anunció a Cuba, a través de Radio Rebelde, que Ramos Latour había caído en combate en la finca El Jobal, en el actual municipio granmense de Bartolomé Masó, exactamente un año después del asesinato de Frank.

David y Daniel permanecen jóvenes en el recuerdo de sus camaradas, y sus nombres de guerra se multiplicaron en otras generaciones que también sueñan con un futuro cada vez mejor, y lo construyen en sus aulas, hoy virtuales, y en las batallas económicas, donde también se define la Historia.

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.