La premisa para abordar el trabajo en el Partido debe ser siempre la verdad, aseguró Díaz-Canel en la visita de trabajo a Cienfuegos. Autor: Estudios Revolución Publicado: 03/06/2021 | 10:13 pm
El Partido Comunista de Cuba (PCC) no puede ser solo el reflejo de sus cuadros, sino que necesita del empuje de cada uno de sus integrantes en el día a día, con el oído pegado a la calle, a los problemas que afectan la sociedad y a cómo resolverlos.
Al 8vo. Congreso del Partido lo distinguen dos directrices que Miguel Díaz-Canel Bermúdez, su Primer Secretario y Presidente de la República, definió con certeza: la unidad y la continuidad.
En ambas traslucen las nuevas generaciones como garantía de la herencia y futuro de la organización política en el país. «Son la cantera natural del Partido», destacó Roberto Morales Ojeda, miembro del Buró Político y secretario de Organización y Política de Cuadros del Comité Central del PCC.
Por eso urge «darle una mirada en profundidad al trabajo con los jóvenes, a su crecimiento», continuó Morales Ojeda. Este y otros temas trascendieron en sendas reuniones en Villa Clara y Cienfuegos, que homenajearon a Raúl, un revolucionario ejemplar, en su cumpleaños 90.
El Secretariado del Comité Central del Partido (CCPCC), sostuvo encuentros para presentar las proyecciones de trabajo de ambos territorios.
La verdad, bandera del Partido en Cuba
«La premisa para abordar el trabajo en el Partido a cualquier instancia debe ser siempre la verdad, por más dura que sea, así siempre lo hacía Fidel», enfatizó Díaz-Canel en Villa Clara.
En correspondencia con ese precepto de la verdad por delante, «siempre se debe de realizar el debate, por muy descarnada que sea la discusión, y donde primero corresponde hacerlo es en el núcleo con sus militantes», precisó el Primer Secretario.
Para ello resulta imprescindible potenciar el trabajo de sus organizaciones de base, presentes en todos los lugares donde se deciden los grandes y pequeños empeños para consolidar el socialismo y propiciar una sociedad próspera en Cuba.
La primera secretaria del Partido en Villa Clara, Yudí Rodríguez Hernández, expuso las cinco líneas fundamentales de trabajo para impulsar la concreción de las ideas, conceptos y directrices del 8vo. Congreso: la comunicación sistemática con las masas, la preparación de los cuadros, el perfeccionamiento del sistema de trabajo, lograr mayores resultados económicos e incentivar el trabajo político-ideológico.
También Alberto López Díaz, Gobernador del territorio, describió el plan para la implementación con énfasis en la economía y el funcionamiento de las estructuras del Poder Popular.
Mayelín Díaz, secretaria de la FMC en Villa Clara, explicó que en junio se discutirán en las comunidades las directrices del 8vo. Congreso. Fotos: Estudios Revolución
Por su parte, Morales Ojeda insistió en que el crecimiento de la Unión de Jóvenes Comunistas debe ser dinámico, creativo, y que sirva de estímulo para los propios jóvenes y su familia. Significó que hay que escoger para el proceso de crecimiento a los mejores entre los buenos, y que los militantes sientan el orgullo de serlo. Precisó que al frente de las organizaciones de base del PCC y la UJC deben estar los mejores cuadros desde el punto de vista humano, político y profesional.
José Ramón Monteagudo Ruiz, integrante del Secretariado del CCPCC, al abordar las prioridades del sector agroalimentario convocó a los villaclareños a fortalecer la ganadería, la producción de cerdos y la rama tabacalera, en las que han demostrado su eficacia, entre otras.
Para las nuevas generaciones, la médula del éxito partidista radica en hacer, más que decir, con la moral y la ejemplaridad, que resultan las mejores formas de prestigiar.
El Congreso más allá de sus Plenarias
«El 8vo. Congreso del Partido solo tendrá resultado si todos trabajamos en función de lo que nos hemos propuesto. Para eso hay que interpretar sus conceptos, ideas y directrices y llevarlos, incluso, hasta el ámbito comunitario, para que todo el pueblo conozca el contenido fundamental de los documentos aprobados, y preguntarnos ¿qué vamos a hacer para que estas cosas tengan una realización?», reflexionó en Cienfuegos el Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba.
El Primer Secretario señaló en Cienfuegos lo medular de tener una vida interna de la organización de vanguardia fortalecida, atemperada a los momentos actuales, y sostuvo que «hay que quitarle al Partido la rutina, la carga de burocracia que todavía puede quedar; hacer nuestros procesos más atractivos, con más impacto social».
Maridé Fernández López, primera secretaria en la provincia, confirmó el aseguramiento político de la organización a importantes programas económicos y sociales, como la industria azucarera, la producción de alimentos y los chequeos al plantel industrial y al plan Turquino, de manera que el Partido vele y aporte al desarrollo territorial.
La organización debe y tiene que enraizarse aún más en los sentimientos y emociones de sus militantes, e irradiar esa pasión hacia lo externo.
Calar profundo en los futuros militantes es un propósito que Yaliel Cobo Calvo, primer secretario del Comité Provincial de la UJC en Cienfuegos, propuso atender teniendo en cuenta la política de reserva vinculada: «Un asunto que podemos atender desde los pioneros y darle seguimiento a esos líderes estudiantiles».
Otro escenario importante son las universidades, donde los jóvenes tienen que parecerse a este tiempo, expresar sus necesidades e inquietudes y convertirse en gestores de sus soluciones. Ser protagonistas «de forma tal que entiendan la viabilidad de nuestro proyecto social», consideró Dianelis Malagrida Terry, primera secretaria del Partido en el municipio de Cienfuegos.
Maikel Betancourt Dueñas, joven secretario del Partido en el municipio de Aguada de Pasajeros, subrayó que la militancia no puede ser pasiva: «Tiene que haber una mayor participación activa de los militantes en los debates y análisis que se hacen en los núcleos.
«En este proceso del 8vo. Congreso nos hemos dado cuenta de que algunos no emiten criterios, y el que no hable de manera libre y espontánea cuando le conceden la oportunidad, es porque puede tener reservas», aseveró.
No obstante, en el crecimiento hacia las filas del Partido y la renovación de sus cuadros «no puede existir desespero, prisa, ni improvisación. Es un proceso paulatino sobre la base del mérito, los buenos resultados y la ejemplaridad», declaró Malagrida Terry.
Miguel Díaz-Canel Bermúdez concluyó que «si los militantes son ejemplares, la organización de base funciona bien, y si es así, la organización de base tiene mucha moral y mucho impacto en lo que se puede hacer en cada centro, colectivo o espacio comunitario. Si logramos esto, entonces todo será más eficiente».