En Las inmediaciones del río Agabama se han contabilizado 102 hectáreas de plátano, boniato y otros cultivos tapadas por el agua . Foto: Tomado del perfil de Facebook de Denis Jiménez. Autor: Facebook Publicado: 11/11/2020 | 03:07 pm
SANCTI SPÍRITUS. Aunque el sol ha cambiado los colores de esta provincia, tras varios días con predominio de un fuerte gris por las constantes precipitaciones provocadas por la tormenta tropical Eta, aún hay zonas que se mantienen prácticamente con el agua al cuello.
No obstante, ya los Consejos de Defensa Municipales y especialistas de diferentes sectores transitan por los lugares que permiten el paso para contabilizar los daños.
De esa forma se cumple con el llamado realizado en predios espirituanos por el general de división Ramón Pardo Guerra, jefe del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil, al despedirse de este territorio y comprobar en varios sitios las medidas adoptadas para prevenir la pérdida de vidas humanas y que fueran menores los recursos económicos afectados.
A todas luces, la agricultura llevó la peor parte en el paso del fenómeno meteorológico, ya que son significativas las plantaciones que permanecen inundadas y en riesgo de malograr su producción.
De acuerdo con análisis preliminares, se conoce que cultivos de tomate, pepino, plátano, frijol, boniato, cebolla, yuca y arroz presentan las mayores afectaciones.
A fin de ganar tiempo en la recuperación ya se habla de una inminente estrategia de plantar vegetales de hojas para buscar una respuesta productiva más rápida.
En el caso de la leche, de acuerdo con declaraciones de Jorge Concepción Pérez, especialista de esa rama en la Dirección provincial de la agricultura en Sancti Spíritus, se han dejado de entregar más de 110 000 litros del nutritivo líquido.
«Los territorios más comprometidos son Yaguajay, Taguasco y la Empresa Agroindustrial de Granos, (EAIG), Sur del Jíbaro, en La Sierpe. Pero, no se ha dejado de priorizar la entrega a la canasta básica, gracias a la relación directa con los productores y las unidades del comercio. Se protege para la producción de quesos aquellos lugares donde se puede ordeñar, pero no acopiar. No obstante, es cierto que aún hay sitios altos donde el ganado está seguro, pero no se ha podido llegar», explicó.
Otra de las huellas evidentes de las copiosas precipitaciones se evidencia en al menos siete viales internos de la provincia, fundamentalmente rurales y montañosos.
Igualmente sucede con el ramal ferroviario Trinidad-Méyer, con varios tramos interrumpidos a causa de los deslaves, así como en la línea central del ferrocarril, específicamente, en el kilómetro 372.450, cerca del municipio de Taguasco, donde se autorizó el paso, pero con velocidad limitada hasta 30 kilómetros por hora, ya que uno de los aletones de la alcantarilla del lugar sufrió daños por la fuerza de las aguas.
Y como todo en la vida, la tormenta tropical Eta no pasará a la historia solo por las afectaciones, sino que la naturaleza aprovechó para que la presa Zaza, el mayor acuatorio del país, almacenara más de 817 millones de metros cúbicos de agua, cifra que representa el 90 por ciento de su actual capacidad, establecida en 920 millones por razones preventivas.
Dicho embalse mostraba, desde hace dos años, una significativa sed, lo que incidía negativamente en los índices agrícolas, sobre todo en los polos productivos de la EAIG de La Sierpe, uno de los más importantes de Cuba.
Sancti Spíritus acumula más de 1 083 millones de metros cúbicos de agua en sus presas, lo que representa el 91 por ciento de su capacidad de almacenamiento, cifra que llamó a seguir de cerca el general Pardo Guerra.
«Todavía la temporada ciclónica no ha terminado, por lo cual hay que mantener la vigilancia de los embalses del territorio, casi todos llenos y los demás con altos volúmenes; hacer un monitoreo diario para poder tomar decisiones a tiempo con los asentamientos agua abajo», insistió.
En Sancti Spíritus no se pierde tiempo y se contabilizan los daños, con prioridad en aquellas familias a las que el agua de Eta ahogó sus pertenencias, y para revertir la realidad de los campos para que germine rápido la comida que llega a la mesa de los espirituanos.
El plátano fue uno de los cultivos con mayores afectaciones. Foto: Tomado del perfil de Facebook de Denis Jiménez.