La conmemoración cubana del nuevo aniversario del fin de la Gran Guerra Patria tuvo lugar este sábado en el Mausoleo al Soldado Internacionalista Soviético, con una ceremonia militar reducida. Autor: Roberto Suárez Publicado: 10/05/2020 | 01:23 am
«La victoria de los pueblos de las antiguas repúblicas soviéticas contra el fascismo no solo preservó la vida de millones de personas, salvó además el legado milenario de la cultura humana, el sentido de la dignidad del hombre y su mundo espiritual. Fue un triunfo de la humanidad progresista».
Así lo expresó el general de brigada Jorge L. Méndez de la Fe, jefe de la Dirección Política de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, durante la ceremonia militar reducida en celebración al aniversario 75 de la victoria sobre el fascismo y el fin de la Gran Guerra Patria, que tuvo lugar este sábado en el Mausoleo al Soldado Internacionalista Soviético.
Asimismo, recordó momentos decisivos de la guerra en los que se destacó el valor del ejército y pueblo soviético en la defensa de su territorio, ponderó los históricos lazos de amistad y solidaridad entre Cuba y Rusia e hizo un llamado a no permitir que ideas fascistas como las que enarbola la actual administración norteamericana puedan renacer en nuestros días.
Por su parte, el embajador de la Federación de Rusia en Cuba, Andréi Guskov, repasó los principales logros militares del Ejército Rojo frente a la potencia alemana en los diferentes frentes de guerra, tanto en la antigua Unión Soviética como en el resto de Europa, y agradeció el compromiso de la Revolución Cubana con la defensa de la verdad.
Durante el acto, presidido por el miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba, viceministro primero de las FAR y jefe del Estado Mayor General, general de cuerpo de ejército Álvaro López Miera y otros jefes, oficiales, y diplomáticos, se inauguró un monumento al general de ejército ruso Issa Plíyev, destacado jefe militar de la URSS, quien dirigió la agrupación de tropas soviéticas en Cuba.
De igual manera, se develó una tarja conmemorativa a la tripulación del avión de exploración soviético Tu-95 RTs, que despegó de Cuba el 4 de agosto de 1976 y cayó al Mar Caribe en el cumplimiento de una misión combativa.
También tuvo lugar la colocación de ofrendas florales para rendir tributo a los mártires de la URSS caídos en Cuba, a nombre de las FAR y los embajadores de Rusia y Bielorrusia y representantes de las embajadas de Kazajistán y Azerbaiyán.