El parto inesperado son muestras de la capacidad, experiencia y cohesión del equipo médico que labora en este centro de aislamiento en la ciudad de Matanzas Autor: Hugo García Publicado: 07/04/2020 | 12:27 am
Matanzas.— Dos hechos extraordinarios y de emergencia sucedieron en las últimas jornadas de enfrentamiento a la COVID-19 en el centro de aislamiento del hospital Mario Muñoz Monroy.
Primero fue operada exitosamente una turista rusa que había sufrido una fractura de cadera en el hotel donde se hospedaba, y luego la cenaguera Dayana Almeida Gómez recibió asistencia para parir en esa misma institución, donde permanecía como sospechosa del nuevo coronavirus y no daba tiempo a trasladarla hacia el hospital materno de la ciudad cuando entró en proceso para dar a luz.
Un equipo médico integrado por los doctores Ramsés Isaac Marrero, Lourdes González Cabrera y Noel Rodríguez Ortiz, asistidos por personal de ese hospital, llevó a término el parto de la joven de 22 años de edad, quien ingresó el 2 de abril y fue trasladada para la maternidad provincial el domingo 5.
«Lo nombré Mario Ramsés, en honor al médico del Moncada, cuyo nombre lleva el hospital, y al doctor Ramsés», dice Dayana, residente en el municipio Ciénaga de Zapata, quien entró como caso sospechoso y finalmente ella y su bebé fueron diagnosticados como negativos.
Fotos: Hugo García
Tanto la intervención quirúrgica a la turista foránea como el parto inesperado son muestras de la capacidad, experiencia y cohesión del equipo médico que labora en este centro de aislamiento en la ciudad de Matanzas, del cual ya han sido dados de alta cuatro pacientes en buen estado de salud.
La novel mamá se portó muy bien y fue un parto rápido, afirma Ramsés: «Teníamos todas las condiciones en este hospital, a pesar de que normalmente nunca se realizan partos aquí. Todo salió bien y el bebé pesó 3 250 gramos.
Los doctores Lourdes González Cabrera, Ramsés Isaac Marrero y Noel Rodríguez Ortiz.
Para Dayana, la prueba más dura fue no tocar al bebé hasta que su prueba dio negativa, cuenta el doctor Marrero: «todos aplaudimos cuando nació y la mamá se sintió muy halagada, porque en este contexto en que todas las noticias son malas y sobran las muertes en el mundo, traer a la vida un niño es un acto maravilloso».