El Primer Vicepresidente cubano Salvador Valdés Mesa Autor: Cubadebate Publicado: 02/10/2019 | 12:48 am
«La historia moderna de la humanidad hubiera sido distinta sin el triunfo de la Revolución china», expresó Salvador Valdés Mesa, miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba (PCC) y primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en la gala que este martes conmemoró en La Habana los 70 años del inicio de una nueva era para la nación milenaria.
Cuba saluda y aprecia el ascenso de una China socialista y próspera, afirmó el Primer Vicepresidente de la Isla en la gala que tuvo como escenario la Sala Universal de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), donde apuntó que «la China de 2019 es muy diferente a la de 1949, ya no es más el país pobre y atrasado que era hace 70 años», tiene una economía de crecimiento sostenido, ha pasado a ser la segunda mayor economía a nivel mundial y en 70 años «ha sacado de la pobreza a más de 800 millones de personas, lo que es un logro sin precedentes en la historia de la humanidad», puntualizó.
Destacó el dirigente partidista cubano que bajo la acertada dirección de Xi Jinping, el país avanza en una etapa decisiva para la consecución de convertir a China en 2049 en un país socialista moderno, coincidiendo con el centenario de la República Popular.
«Cuba saluda y aprecia altamente el ascenso de una China socialista y próspera», reafirmó en su intervención Valdés Mesa, quien evocó al líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, cuando en su prólogo a la edición en chino de Cien Horas con Fidel vaticinó: «Con China hay que contar en el panorama mundial del siglo XXI, y muchos de los grandes desafíos de la humanidad no tendrán solución sin su activa y cardinal participación».
Al respecto, valoró altamente que los vínculos de China tanto con Rusia como con América Latina y el Caribe se hayan estrechado y ampliado como nunca antes, y en ese contexto se refirió al XIX Congreso del Partido Comunista de China, donde se refrendó la iniciativa de la Franja y la Ruta de la Seda.
«La ampliación de ese proyecto hacia América Latina y el Caribe evidencia que no es precisamente China la que está socavando las normas del comercio internacional, levantando muros ni imponiendo medidas proteccionistas ni sanciones unilaterales. No es tampoco la que está bloqueando la adopción de determinadas tecnologías, cerrando su mercado ni frenando inversiones», refrendó.
De manera sustancial destacó el Primer Vicepresidente cubano la amistad entre Cuba y China, iniciada con el arribo a Cuba de los primeros emigrantes chinos hace 172 años, y rememoró la lealtad, valentía y el patriotismo que derrocharon en nuestras guerras de independencia contra el colonialismo español, lo que motivó que haya quedado inscrita con letras indelebles en un monumento erigido en un céntrico parque de nuestra capital la frase de Gonzalo de Quesada, estrecho colaborador y albacea del testamento literario de José Martí: «No hubo un chino cubano desertor. No hubo un chino cubano traidor».
Tras enfatizar en las similares experiencias históricas de invasión, ocupación por tropas extranjeras y tratados desiguales o enmiendas onerosas, señaló que ahora de «igual manera, hemos tenido que enfrentar bloqueos, agresiones de todo tipo, intentos de aislamiento, subversión y una patológica difamación mediática».
Apuntó que en el año 2020 «conmemoraremos seis décadas del momento en que la joven Revolución Cubana adoptó la decisión histórica y soberana de romper relaciones con Taiwán y establecerlas con la República Popular China, convirtiéndose en el primer país del hemisferio occidental que reconoció al Gobierno de la nueva China como su único representante legítimo», un hecho apreciado por el presidente Mao Zedong, quien consideraba que era muy necesario investigar su experiencia, dada la importancia de la Revolución Cubana a nivel mundial.
Precisó, además, que tras la desaparición de la Unión Soviética y el campo socialista, Cuba y China sortearon con firmeza innumerables adversidades y preservaron el camino socialista, y el país asiático fue uno de los mejores amigos de Cuba durante ese aciago período, cuando nadie creía que la Revolución Cubana podría sobrevivir.
En sus palabras durante la celebración en Cuba del aniversario 70 de la República Popular China, Valdés Mesa se refirió a las coincidencias en el rechazo al hegemonismo, el unilateralismo, los bloqueos, el proteccionismo, las políticas de fuerza, el doble rasero en la lucha contra el terrorismo y la imposición de un modelo único en el mundo.
Recordó que hace menos de un año, el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, cumplimentó una exitosa visita a la República Popular China, y destacó los importantes consensos alcanzados durante sus inolvidables encuentros con el compañero Xi Jinping y los principales dirigentes chinos, «en cuya implementación trabajamos con dedicación y ahínco», afirmó.
Valdés Mesa agradeció en nombre del pueblo, del Partido y del Gobierno cubanos la decisión de conferirle al General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, la Medalla de la Amistad, el más alto honor que China concede a amigos de otras naciones por sus contribuciones y apoyo a su modernización socialista, a los intercambios y cooperación entre esa nación y otros países.
«Apreciamos este nuevo gesto de hermandad y de reconocimiento al papel de la dirigencia histórica de la Revolución Cubana, en particular del compañero Raúl, en la promoción de los vínculos bilaterales», dijo, al tiempo que enfatizaba en la estrecha relación del General de Ejército con China, nación por la que siempre ha sentido especial admiración y respeto y a la que le ha concedido una alta prioridad en las relaciones bilaterales. «Resulta un honor para Cuba que se haya escogido la conmemoración del aniversario 70 para otorgarle tan alta condecoración», subrayó Valdés Mesa.
«Ambos países continúan unidos en la adhesión al socialismo como única vía para construir un futuro mejor. Las presentes y futuras generaciones de cubanos y chinos sabrán preservar el valioso legado de nuestra amistad», concluyó el Primer Vicepresidente cubano.