Las transacciones mediante tarjeta magnética permiten opciones de pago y un acceso más sencillo que el presencial. Autor: www.vanguardia.cu Publicado: 21/09/2017 | 06:17 pm
En la actualidad se trabaja por reducir al mínimo los servicios presenciales en el sistema bancario cubano con el propósito de que los clientes no tengan que trasladarse hasta las sucursales, aseguró Irma Margarita Martínez Castrillón, ministra-presidenta del Banco Central de Cuba (BCC), al intervenir este miércoles en el espacio radiotelevisivo Mesa Redonda, aunque reconoció que la infraestructura se encuentra muy por debajo de las necesidades que existen.
Durante el programa que estuvo dedicado a informar sobre las funciones y regulaciones del sistema bancario cubano y la actividad de entidades financieras no bancarias en el país, la funcionaria señaló, además, que se ha seguido desplegando nuevos servicios en las plataformas desarrolladas como Transfermovil y EnZona, y se potencia entre los clientes el uso de la Telebanca, Bancamóvil y Multibanca.
Martínez Castrillón explicó que en la situación de Cuba se ha tratado de crear un ecosistema donde haya varias posibilidades para los clientes que se puedan utilizar indistintamente, de acuerdo a sus necesidades o preferencias en un momento determinado.
Agregó que el BCC realiza un trabajo a nivel comunicacional para que los clientes utilicen más las tarjetas magnéticas. La cantidad de operaciones electrónicas que se realizan actualmente no son proporcionales a la cantidad de tarjetas que se han emitido (más de cinco millones), aunque reconoció que generalizar esta modalidad de pago lleva un trabajo mancomunado con otras entidades como Comercio Interior.
TRANFORMACIONES LEGISLATIVAS
De las transformaciones llevadas adelante, con el propósito de implementar el perfeccionamiento del BCE y el Sistema bancario y financiero dentro del proceso de la actualización del Modelo Económico Cubano y en correspondencia con los Lineamientos aprobados en el 7mo. Congreso del Partido, Martínez Castrillón, explicó que el 14 de septiembre del año pasado se emitieron tres nuevos decretos leyes (361, 362 y 363), en los cuales se norma ese proceso.
La legislación está publicada en la Gaceta Oficial No. 58 en su emisión extraordinaria del 11 de octubre de 2018, y se basa en principios de continuidad del desarrollo del BCC y de las instituciones financieras bancarias y no bancarias cubanas, acotó.
«Estas normas se modernizan acorde a la práctica bancaria internacional, a fin de que el sistema bancario esté en mejor posición para enfrentar el escenario económico, financiero, tanto actual como futuro. Se emite también una normativa que establece las infracciones administrativas en materia bancaria, financiera y cambiaria que no existía».
Además, señaló que el trabajo actual de las instituciones del ramo está encaminado al cumplimiento de los Lineamientos que son responsabilidad directa del BCC y del Sistema…, así como aquellos en los que esta institución participa de forma indirecta, y que conducen otros organismos de la Administración Central del Estado.
Como apuntó la funcionaria, todo esto está enmarcado en la actualización gradual del Modelo Económico y Social Cubano de desarrollo socialista. En la actualidad el sistema bancario está compuesto por nueve bancos, 14 instituciones financieras no bancarias nacionales, nueve oficinas de representación de instituciones financieras extranjeras y cuatro oficinas de representación de instituciones financieras no bancarias extranjeras.
«Todas estas entidades se rigen por las normativas de la Banca Central de Cuba, porque es el denominado banco de bancos. Y en el caso nuestro tiene como misión promover la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional y contribuir al desarrollo armónico de la economía, ejercer la regulación y supervisión de las instituciones financieras y oficinas de representación que han sido autorizadas a establecerse en nuestro país.
«Asimismo regula y supervisa las actividades de entidades no financieras que ofrecen servicio de apoyo a los bancos e instituciones financieras no bancarias en cuanto a los cobros, los pagos; y otros que se ejecutan en el territorio nacional y que guardan relación con la actividad financiera y cambiaria, como por ejemplo el Grupo Correos de Cuba».
DEBIDA DILIGENCIA
La función bancaria de cumplimiento y de la debida diligencia también se abordó en la Mesa Redonda. La Ministra-Presidenta explicó que la banca intermedia en la relación comercial y financiera en el sistema. O sea captan recursos de las personas naturales y jurídicas, los cuales coloca para que se desarrolle la economía.
«Esta forma particular de funcionamiento demanda la necesidad de preservar esos depósitos que están captados, mediante una adecuada gestión y supervisión de los riegos inherentes a la actividad bancaria. Están definidos aquellos que por su naturaleza no pueden separase de la actividad bancaria propiamente dicha.
«Ejemplo es el riego de crédito. Cuando se entregas por parte de un banco un financiamiento a un cliente y no se identifica correctamente a ese cliente, no se valoran en los comités de riesgos las posibilidades de devolución de esos fondos que se han prestado. O se verifica la legitimidad del origen y el beneficiario final de esos fondos que se promueven en la operatoria. Eso pone al banco que lo hace ante un compromiso que puede dañar su gestión y su reputación».
Además, precisó que hay otros riesgos bancarios que son los llamados operacionales, y están vinculados a fallas en el mismo siete bancario o al abuso de los servicios para realizar operaciones fraudulentas o de lavado de activos, entre otros, cuya prevención y enfrentamiento llevan una atención permanente por parte del sistema bancario.
«Es por esto que se establecen obligaciones respecto a los principios básicos para el conocimiento, la identificación del cliente; y lo que hemos llamado la debida diligencia en el actuar de los funcionarios bancarios para evitar el abuso de esos servicios. En este escenario se designa expresamente al superintendente como la autoridad responsable en el Banco Central de Cuba para la supervisión y la disciplina de las instituciones financieras y las oficinas de representación de bancos extranjeros que están establecidas en el país. Estas últimas están obligadas a cumplir con todas las disposiciones vigente», acotó.
Martínez Castrillón reiteró que la debida diligencia es un conjunto de acciones intervinculadas, las cuales están dirigidas a fortalecer las denominadas líneas de defensa de los banco. Van a hacer coexistir medidas preventivas ligadas a los procedimientos de trabajo, la capacitación del personal y el ambiente de control de cada una de las oficinas.
«Es importante el cumplimiento de los procedimientos a la hora de efectuar las operaciones con los clientes y cerrando el ciclo, así como el control posterior de los supervisores y auditores de la revisión en los registros económicos», subrayó.
Igualmente, explicó que los bancos están obligados establecer estrategias en base a los riegos con los clientes, en las cuales es indispensable una serie de requisitos que no se pueden soslayar. Cada banco tiene que definiren su proceso cómo va a aceptar al cliente apoyado en determinado criterio que clasifican el riego que representa cada cliente.
«Es importante la identificación de la cuenta en el momento de la apertura de su cuenta bancaria, así como determinar razonablemente el beneficiario final de esa operatoria. En ningún caso en el sistema se pueden abrir cuentas que no tengan la presencia de los clientes. En el caso de los poderes, el Banco Central está en estos momentosrevisando el tema para situaciones excepcionales. Para que se les pueda dar a los apoderados la posibilidad de abrir cuentas».
Martínez Castrillón especificó la funcionaria que tampoco se pueden abrir cuentas cifradas, anónimas, ni empresas que no tengan documentos constitutivos. Tampoco personas que estén listadas como terroristas en las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Señaló que cuando hay operaciones sospechosas se identifican con los órganos colegiados de los bancos; y existe un procedimiento para cuando se identifica que esas operaciones tienen algún signo que denote alguna actividad delictiva. En ese caso los bancos y oficiales de cumplimiento envían un reporte a la Unidad de Inteligencia Financiera en el Banco Central.
«En estos casos los bancos pueden congelar sin demora los activos de personas y entidades que estén designadas en las listas establecidas por el Consejo de Seguridad de la ONU, con su vínculo el terrorismo».
EL EFECTIVO
La Ministra-Presidenta abordó, además, los requisitos para el manejo de efectivo y el depósito de estos en las cuentas. Dijo que existen unos umbrales que cuando son rebasados se le solicita a la persona que llene una declaración de origen y destino de esos fondos.
«Eso no es privativo de la banca cubana. Se corresponde este protocolo con los estándares internacionales. En el caso nuestro existen umbrales determinados que en el caso de los CUC tiene como límite son 10 000. En personas naturales los CUP son 30 000 el umbral. En caso de la personas jurídicas son 50 000 CUP hacia arriba».
Estos se hace, según dijo, para defender al sistema bancario de posibles agresiones y utilización de los mismos para lavar activos que es algo que debemos evitar a toda costa.
EN EL ESCENARIO INTERNACIONAL
Irma Margarita Martínez Castrillón, Ministra-Presidenta del Banco Central de Cuba, explicó que el país trabaja actualmente acorde a normas y estándares bancarios internacionales, y a tenor con ellos ha adecuado su aparato legislativo.
En 2015 culminó una evaluación realizada al país por el organismo financiero regional al cual pertenece El Banco Central de Cuba y que emitió resultados satisfactorios, a la vez que desde entonces se elaboran informes regulares para esta instancia.
Sobre las medidas que adopta el Banco Central de Cuba ante el uso inadecuado del sistema bancario tanto de personas naturales como jurídicas, Martínez Castrillón mencionó la congelación de cuentas, en el caso de que sea necesario verificar el destino y la procedencia del los activos depositados. Puso como ejemplo las operaciones bancarias para el envío de remesas familiares, aunque especificó que siempre se realiza de manera ágil para afectar lo menos posible a los clientes.
Sobre los retos que enfrenta la banca cubana identificó el perfeccionamiento constante del sistema, sobre todo para estar preparado ante posibles agresiones tanto internas como externas. El control e identificación del lavado de dinero y el movimiento de activos de procedencia ilícita son algunos de ellos, sobre todo porque estas acciones van adoptando nuevas formas y modalidades.
Señaló que Cuba se encuentra insertada en todos los mecanismos internacionales para monitorear y combatir el apoyo a cualquier forma de terrorismo y acciones penalizadas y perseguidas internacionalmente.
Hizo una alerta a la población sobre las formas en que puede ver involucrada de forma accidental en lavado de activos, entre ellas al prestar una cuenta bancaria para transacciones de terceros, sin conocer el destino y origen de ese dinero, y en la compra de bienes duraderos también para terceras personas.
ENTIDADES FINANCIERAS NO BANCARIAS
Una de las medidas adoptadas el pasado mes de julio por la dirección del país para impulsar el desarrollo económico nacional fue la de potenciar las entidades financieras no bancarias.
En tal sentido, Francisco Mayobre Lence, viceministro primero del BCC, se refirió a Finatur, una entidad creada en la década del 90, encargada de otorgar créditos a las empresas nacionales cuyas producciones están orientadas a abastecer al sector turístico.
Hay muchos renglones que el turismo puede obtener del mercado nacional que si no se logran producir tiene que ir a exportarlo, porque son necesarios para realizar esta actividad económica, señaló. Si por diversas razones no se logran concretar esas producciones, entonces se sigue dependiendo del mercado internacional y no se desarrollan potencialidades locales, señaló.
Con la participación de una entidad como Finatur se garantiza un financiamiento en divisas que permite importar recursos como materia prima y embases, que son las necesidades más elementales en estos momentos para empresas vinculadas a la producción de alimentos como es el caso de la empresa mixta de productos cárnicos Bravo y la Estancia.
Aunque el mecanismo ha comenzado a aplicarse de manera limitada debido a la escasez de recursos financieros, la perspectiva es poder ampliarse en el futuro a un mayor número de rubor. De julio a la fecha se han realizados préstamos a 10 empresas nacionales por un concepto de 10 millones de dólares para la adquisición fundamentalmente de materias primas y envases.
Otro de los objetivos que prevé a mediano y largo plazo la medida es poder invertir en también en áreas enfocadas a la exportación.