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Es mejor educar en la eficiencia que sancionar

Del cómputo total de los daños económicos provocados por las irregularidades detectadas en la 13ra. Comprobación Nacional al Control Interno, el 68 por ciento corresponde a las insuficiencias en las cadenas de impagos, el 14 por ciento al incumplimiento de los planes económicos, mientras el 1,5 por ciento incumbe a presuntos hechos delictivos y de corrupción detectados

 

Autor:

Marianela Martín González

Más de 2 000 millones de pesos en moneda total es el saldo de los daños económicos provocados por las irregularidades detectadas durante la 13ra. Comprobación Nacional al Control Interno, celebrada del 1ro. de noviembre al 12 de diciembre del año 2018, informó Alina Vicente Gainza, vicecontralora de la República de Cuba, durante la conferencia de prensa que tuvo lugar este miércoles para dar a conocer los resultados de la actividad.

La directiva acotó que del cómputo total de los daños económicos referidos, el 68 por ciento corresponde a las insuficiencias en las cadenas de impagos, el 14 por ciento al incumplimiento de los planes económicos por diversas razones, mientras que el 1,5 por ciento incumbe a los 43 presuntos hechos delictivos y 12 presuntos hechos de corrupción detectados. Y explicó que las 369 acciones de control realizadas evaluaron seis meses de trabajo de las entidades auditadas.

Al analizar los resultados de la Comprobación, en la cual el 51 por ciento de las entidades auditadas fueron evaluadas de mal y el 49 de aceptable, la vicepresidenta del Consejo de Estado y contralora general de la República, Gladys Bejerano Portela, se refirió a la falta de espíritu crítico y autocrítico de algunas administraciones como uno de los escollos para que se avance en el control de los recursos y, sobre todo, en la organización de los procesos productivos en aras de generar mayor eficiencia.

Al respecto, reiteró que el control interno no es un instrumento para solamente detectar dónde hay hechos delictivos y de corrupción. Es también un facilitador para encontrar los potenciales de eficiencia que todavía subyacen.

Bejerano Portela reflexionó acerca de la importancia de saber combinar la labor profiláctica y preventiva con la de controlar y sancionar. Dijo que a la hora de analizar las irregularidades ha de tenerse claro que cada caso merece un análisis minucioso, porque no es lo mismo una equivocación que hacer las cosas mal hechas de manera intencionada.

Señaló que era mejor educar en la eficiencia que sancionar, por eso aseguró que se debe trabajar en la cultura del control que es una labor que requiere años. Igualmente llamó a desterrar posturas blandengues y de compadreo y evitar también las posturas extremistas que hacen tanto daño, como otras tendencias.

De las acciones de control aplicadas para verificar el uso del combustible, la Contralora General de la República  aseguró que los resultados no fueron buenos. De las 369 acciones realizadas, 332 revisaron ese tema y el 23 por ciento de las entidades auditadas fueron evaluadas de mal o deficiente.

Además, identificó como causas que propician el desvío de combustible el poco control de las tarjetas magnéticas, así como la falta de análisis, en los consejos de dirección, del consumo de los vehículos de manera individual, entre otras.

Precisó que el combustible que se le ha retirado a las entidades donde se ha detectado violaciones en su uso ha sido destinado a engrosar las reservas estatales.

Bejerano Portela insistió en que el control interno puede ser un paliativo incalculable para arrostrar las limitaciones económicas que afrontamos, porque donde los procesos productivos se organizan se aprovechan mejor los recursos. Aseguró que la organización no es óbice del dinamismo, sino todo lo contrario.

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