Reunión de balance de la Contraloría General de la República y del Sistema Nacional de Auditoría Autor: Estudios Revolución Publicado: 20/02/2019 | 09:56 pm
En medio de un mundo cada vez más hostil, de un momento extremadamente complejo por la escalada agresiva del imperialismo, Cuba seguirá avanzando y construyendo el socialismo. Tal certeza la compartió en la mañana de este miércoles el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, durante la reunión de balance de la Contraloría General de la República (CGR) y del Sistema Nacional de Auditoría.
En la sede de la CGR, donde se hizo una valoración del trabajo desplegado durante 2018, el Jefe de Estado ratificó a quienes tienen la responsabilidad de auditar múltiples actividades en la Isla, la confianza que la dirección del país tiene en ellos «para lo que pretendemos con el plan de la economía, para funcionar mejor».
No resultó fortuito que el encuentro comenzara con un material audiovisual, en el cual pudo verse a Fidel hablar de un 24 de febrero que fue igualmente trascendente para Cuba, como este que se acerca. Entonces el Comandante en Jefe expresó conceptos que parecen ser de este minuto, como el siguiente: En el momento de la votación popular, la Revolución estará poniendo a prueba todas sus fuerzas.
Esa reflexión puso el tono al balance, que contó con la presencia de Jorge Cuevas Ramos, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido; Gladys Bejerano Portela, contralora general de la República de Cuba; Ena Elsa Velázquez Cobiella, ministra de Educación; Homero Acosta Álvarez, secretario del Consejo de Estado, de representantes de varios ministerios y de centros de Educación Superior, así como de directivos y trabajadores.
Gladys Bejerano expresó, tomando como apoyo el informe, que en el año recién concluido la batalla económica ha constituido esencia y tarea de primer orden, en un contexto de hostilidad creciente de la actual administración estadounidense, con el consiguiente recrudecimiento del bloqueo, cuya consecuencia para la Isla es una tensa situación financiera que persiste y se agudiza. Es una situación desafiante, reflexionó, a la cual se suman los embates de la naturaleza.
La Contralora General abordó varios conceptos que deben primar en el trabajo de quienes auditan, como el intercambio de criterios con el pueblo y la atención al mismo; la voluntad de llevar los casos analizados hasta el final; ofrecer un adecuado tratamiento a los más jóvenes; intensificar la preparación de quienes auditan; aprovechar las ventajas de la informatización, y utilizar la comunicación social como un instrumento de gran valor.
Entre otras reflexiones alusivas a la actividad del control, Bejerano Portela afirmó que «no es posible hacer una auditoría en secreto», pues lo más importante es la interacción con las personas y lograr un saldo educativo.
De otros asuntos vitales habló la Contralora, como lograr equipos multidisciplinarios, que son los más eficientes en el momento de una auditoría. Y sobre un fenómeno tan dañino a la sociedad como el de la corrupción, dijo que sigue habiendo reticencia en algunos cuando llega la hora de aceptar que está ocurriendo. La gran batalla, enfatizó, es evitar manifestaciones tales, pero una vez que se dan hay que enfrentarlas con toda fuerza.
Finalizando 2018 fueron creados los Comités de Calidad como una premisa para llevar adelante, de manera adecuada, todos los casos de auditoría, subrayó Gladys Bejerano, quien alertó sobre cómo todavía persisten incomprensiones y tendencias justificativas y se impone elevar el rigor, luchar contra todo tipo de tolerancia y dar argumentos. «Hay que tocar la vergüenza de la gente», dijo.
En consonancia con el contenido del informe al balance, expresó también que aun cuando quedan limitaciones e insuficiencias por resolver, la Contraloría General de la República ha puesto de manifiesto el valor y beneficio de su actividad para los órganos, organismos y entidades económicas del país.
A diez años de haber nacido, y a tenor con lo hecho en todo ese tiempo, la Contraloría se ha trazado tres objetivos esenciales —y así lo explicó Gladys Bejerano—: incrementar la labor de prevención y enfrentamiento a las indisciplinas, ilegalidades y hechos de corrupción administrativa, con lo cual se promueva una gestión económico-administrativa más eficiente e íntegra; consolidar el sistema de control y supervisión del Estado; y lograr un desempeño estable y de calidad que garantice el cumplimiento de la misión asignada a la CGR.
Acciones de control para agilizar soluciones
En las palabras conclusivas del balance —que estuvo enriquecido con diversos criterios de los asistentes—, el Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez hizo referencia a los estilos de trabajo y a la necesidad de que haya menos burocracia. En las acciones de control que hagamos, subrayó, debemos detectar dónde hay manifestaciones burocráticas, para poder eliminarlas; muchas veces, explicó, existen deficiencias que no atienden a lo estructural, sino a personas que son burócratas por excelencia y que enlentecen las soluciones y crean más problemas.
Igualmente el mandatario abogó por crear ambientes de control, lo cual, en primer lugar, depende de los dirigentes, quienes son responsables de acrecentar la transparencia en sus estilos de trabajo.
Para lograr que la administración pública sea más eficiente, con transparencia y visibilidad en todos sus procesos, resulta clave —añadió el Jefe de Estado— el desempeño de la Contraloría y de todo el sistema de auditoría. Y en tal propósito la atención a los planteamientos de la población resulta vital, pues las personas siempre ofrecen una tendencia de por dónde andan las principales preocupaciones.
La eficiencia —comentó Díaz-Canel en otro momento de su intervención— depende en mucho de cómo se usen los recursos, y de la conducta ética de quienes dirigen. «Donde hay ética no hay corrupción», resaltó; y no pasó por alto que el negativo fenómeno está asociado a la falta de ética de quienes tienen una responsabilidad, y no a la falta de recursos.
De otros pilares en el trabajo del Gobierno habló el Presidente: de la comunicación social; de que los ministerios acudan a las universidades (centros gestores de ideas, de innovación y de solución a los problemas); de preparar en materia de economía a quienes dirigen; de conectar a todos los actores de la economía, y de llevar con énfasis el aseguramiento del control a las actividades más importantes del país allí donde se decide la vida de todos.
La certeza de que seguiremos venciendo, de que los cubanos acometerán sus tareas con la mayor precisión posible, fue expresada por Díaz-Canel, quien se refirió al próximo 24 de febrero como un momento de victoria, de dar un Sí que es dar un voto por la Patria, por Fidel, por Raúl, por lo mejor de la nación y por cada uno de nosotros.