El Foro de Sao Paulo dedicó una plenaria especial al pensamiento del Comandante en Jefe Autor: Laura Borges Publicado: 17/07/2018 | 10:59 pm
Emoción y reflexión. Estos dos términos caracterizaron la Plenaria Especial El Pensamiento de Fidel y el Foro de Sao Paulo, una larga jornada de trabajo en busca de un camino de unidad, tan necesaria para enfrentar un momento en que las derechas y el imperialismo hacen una feroz guerra a las izquierdas continentales.
El presidente cubano Miguel Díaz-Canel fue el último orador, precedido por los otros tres jefes de Estado en ejercicio presentes en el 24 FSP: Salvador Sánchez Cerén (El Salvador), Evo Morales Ayma (Bolivia) y Nicolás Maduro (Venezuela).
La unidad de partidos de izquierda y movimientos políticos de América Latina y el Caribe es el mejor homenaje al líder histórico de la Revolución, Fidel Castro, sentenció Díaz-Canel. La izquierda en la región tiene el reto de salvar lo conquistado y por eso es importante volver al ideal integracionista de Fidel Castro, quien junto al expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva fue uno de los impulsores de la creación del Foro.
Fidel nos recordó que Revolución es unidad, y esta es una de las claves para entender cómo los cubanos hemos encarado con éxito agresiones externas de todo tipo. Una unidad que —añadió— es importante en un contexto internacional, donde son crecientes las amenazas a la a la paz y los peligros para la supervivencia de la especie humana.
Él entregó dignidad a Cuba, llevó esperanza a la humanidad y enfrentó de manera invicta al imperialismo estadounidense, insistió Díaz-Canel.
En una Cuba que reclama el levantamiento del bloqueo y la devolución de su territorio guantanamero ocupado ilegalmente por la base militar estadounidense, «no hay ni habrá giros capitalistas. Ni concesiones de ningún tipo a los que de mil modos diferentes buscan alejarnos de las históricas posiciones internacionalistas de la Revolución, subrayo esto y pido que se entienda como un juramento solemne ante Fidel», agregó.
Cuba no cederá en sus posiciones antiimperialistas y mantendrá en alto sus principios de solidaridad e internacionalismo, concluyó el mandatario, cuyas palabras fueron escuchadas por los 625 delegados e invitados de 51 de países y 168 organizaciones que participaron en la cita revolucionaria de tres días (15-17 de julio) en el Palacio de las Convenciones de La Habana.
Por primera vez este espacio de diálogo fue ocupado tanto por los partidos de izquierda como por los movimientos sociales, una novedad que debe mantenerse y darle seguimiento.
Es necesario, Fidel, seguir viviendo y luchando
La unidad como fortaleza del Foro también fue resaltada por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, cuya intervención ante los asistentes al Encuentro en La Habana fue vitoreada en más de una ocasión, en sus expresiones de solidaridad con otros pueblos, líderes y Gobiernos agredidos por Washington y la derecha internacional.
«Nuestros grandes líderes, Fidel, Chávez, Kirchner, Evo, Correa, Cristina, Lula, nuestros grandes líderes vienen de la lucha por la esperanza, vienen de la lucha contra las dificultades, los obstáculos, vienen de la nada, así que no les abramos camino a ninguna tesis peregrina que pretende desmoralizar a nuestros pueblos».
Una solidaridad y apoyo que recibió la propia Venezuela, foco de los intentos de desestabilización, de los más diversos grupos y movimientos que integran el Foro.
Sobre Fidel Maduro sustentó que el FSP ha logrado tomar toda su fuerza regeneradora y beber de la cuna fundacional que es Cuba.
Asimismo, refiriéndose a los análisis que vaticinan un fin de ciclo para los gobiernos progresistas en América, Maduro aseguró categóricamente «Yo no creo en eso que llaman fin de ciclo... lo que creo es en la lucha, nosotros en Venezuela creemos en el combate permanente. No es tiempo de lamentarse de las heridas, no es tiempo de vanagloriarse (...) avance, retroceso, así son los combates».
Maduro se refirió a casos en que algunos líderes que se han pronunciado de parte de la izquierda se aflojan ante las presiones y terminan por asumir intereses de la derecha.
«Los que aspiren justicia social, igualdad, felicidad para los pueblos, independencia para América Latina no pueden creer que será un lecho de rosas" (...)"Fidel en 1994 decía no importa cómo se llamen los proyectos del futuro ... no importa la diversidad de circunstancias de nuestros países... al principio o al fin le verán la cara al monstruo del imperio norteamericano».
Culminó su discurso con una referencia en recordación al optimismo de Fidel en sus largas horas de conversación: "Maduro siempre, hasta en los momentos de más dificultad, es necesario seguir luchando. Y si es necesario, morir luchando.
En una enérgica declaración de fidelidad, el presidente bolivariano envió la respuesta del Foro a esa petición de Fidel: «Si es necesario Fidel, seguir viviendo, luchando, seguir viviendo en la lucha».
Sigo convencido de que la madre de las revoluciones es Cuba
Entre relatos de sus experiencias con Fidel en previos Foro de Sao Pulo, El presidente de Bolivia, Evo Morales Ayma, Afirmó que había llegado el momento «de hacer profundas reflexiones sobre nuestras luchas», y apunta, como reflexión propia: «Sigo convencido de que la madre de las revoluciones es Cuba».
Habrá agresiones y provocaciones del imperio, pero lo más importante es estar unidos. El mejor homenaje a Fidel es estar unidos los pueblos de América Latina, el mejor homenaje es no claudicar de nuestros principios revolucionarios, puntualiza.
Con una exhortación concluyó: hay que repetir estos encuentros cada tres o cuatro meses, al menos con los jóvenes, porque en algunos años, serán presidentes o ministros, y en ese momento deberán mantener el compromiso con nuestros pueblos, «nunca podemos abandonar a nuestros pueblos».
Estamos llamados a fortalecer la unidad
El presidente salvadoreño dedicó sus primeras palabras en la Plenaria Especial a enfatizar el momento complejo en que tiene lugar este encuentro izquierdista en América Latina. Es una gran oportunidad para fortalecer la confianza y el optimismo en nuestras ansias de lucha, para unirnos más, aseguró Salvador Sánchez Cerén.
Destacó la visión y el compromiso de Fidel al crear una conciencia de unidad latinoamericana. Sus ideas y su ejemplo, su moral inquebrantable, y su perseverancia — aseguró— seguirán marcando el rumbo de nuestro trabajo.
«Como nos enseñó Fidel, ningún porvenir tendríamos sin la unidad y la integración (...) No volveremos al pasado de desesperanza que la derecha continental estableció en nuestros países. Por una Latinoamérica más justa y por la defensa de los derechos de nuestros pueblos, venceremos», concluyó.
La Revolución que encabezó Fidel vive todavía
SI nos podemos reunir hoy aquí es porque la fuerza de Fidel vive todavía, afirmó el historiador de La Habana, Eusebio Leal Spengler, en sus palabras al inicio de la Plenaria, que contó como moderador a René González Barrios, presidente del Instituto de Historia de Cuba.
El Historiador de La Habana hilvanó a Martí y a Bolívar, a Ho Chi Minh y Hugo Chávez, la Revolución cubana y la lucha por alcanzar el verdadero progreso humanitario.
Los tiempos son nuevos, lo importante para el poder revolucionario es tenerlo para hacer justicia social, abrirle el camino a las masas, a la juventud esperanzada, a los que buscan un mejor porvenir, para eso luchamos, concluyó Eusebio, tras lo cual la plenaria toda estalló en aplausos y gritos de «Fidel».
Otras voces rememoraron al líder cubano y universal, al tiempo que destacaron su legado, vivo en todos los continentes. El primero de ellos, el ex primer ministro de Santa Lucia, Kenneth Davis Anthony recordó el valor de la revolución: sin ella, soy nada, expresó y convocó a expandir el mensaje que Fidel nos dejó.
La legítima presidenta brasileña, Dilma Rousseff, tomó la palabra para destacar que con la Revolución de 1959 se iluminó todo el continente y demostró que era posible construir el socialismo en América Latina. Los gobiernos de izquierda latinoamericanos fueron inspirados por el pensamiento de Fidel Castro, agregó.
Fidel percibió que la transformación de su pueblo también tiene que tener un gran compromiso con otros pueblos. Esa es la gran característica que marca a Fidel, su inmenso amor por los pueblos del mundo, dijo Dilma con certeza.
En tanto, el exmandatario hondureño, Manuel Zelaya, otra de los blancos de los golpes de Estados en América Latina, se refirió al Comandante en Jefe como «el revolucionario más grande de la historia, el ejemplo vivo de quien lucha por la justicia arriesgando y sacrificando todo».
Nos dejó un legado inmenso —continuó— porque cuando se tenga que levantar las banderas de la dignidad, tenemos que levantar las banderas y figuras y símbolos que nos ha heredado con su legado y su ejemplo. La juventud y los revolucionarios del mundo sienten que Fidel sigue encabezando las protestas sociales que buscan la justicia.
«Fidel Castro Ruz, concluyó Zelaya, la historia te sigue absolviendo».
Por su parte, Denzil Douglas, exprimer ministro de San Cristóbal y Neves, afirmó que Fidel probó con la Revolución cubana que se puede alcanzar un mundo mejor y podemos lograr un mundo más equitativo y justo y pacífico. Cuba ha logrado lo que muchos países capitalistas no han podido.
El excanciller de Argentina, Jorge Taiana, a nombre de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, dialogó sobre los legados fundamentales del líder revolucionario: la defensa de la independencia nacional; su búsqueda a favor de la justicia social, la igualdad de oportunidades, la abolición de la explotación del hombre por el hombre; y el ejemplo de solidaridad internacional.
En este encuentro, creo que el mensaje que nos da Fidel, que nos da Chávez, que nos da Néstor Kirchner es el de trabajar juntos, de no cejar en nuestros objetivos, que la victoria es posible y que nuestros pueblos, más temprano que tarde, van a derrotar a quienes nos explotan, fundamentó.
Cuba es una orden del corazón
Desde África, el expresidente de Mozambique, Joaquim Chissano, dialogó ante el pleno sobre el impacto de ese hombre quien comprendió que los lazos con el continente hermano estaban hechos de historia y amor. El pensamiento de Fidel, que se puede resumir en solidaridad y humanismo, continúa vivo y es pilar fundamental de la política exterior de Cuba, que brinda médicos, profesores y profesionales del saber, dijo. Agradecía, además, la contribución de la Isla a la independencia y prosperidad de su país.
Mientras, representantes de Vietnam, China y Lao resaltaron los nexos con Asia fundados por Fidel y que llegan hasta hoy día.
Li Qiang, miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China y primer secretario en Shanghai, afirmó que el gigante asiático apoya a Cuba en su propósito de construir un socialismo próspero y sostenible, al tiempo que reiteró el respaldo de su país a las relaciones con América Latina y el Caribe en beneficio mutuo y promover el desarrollo común, con una nuevo tipo de relaciones internacionales con base a la cooperación.
Hitos históricos que hermanan a Cuba y Vietnam fueron recordados por Nguyen Duc Loi, miembro del Comité Central del Partido Comunista de Vietnam. No hay otro pueblo que sienta tanta simpatía por Vietnam como Cuba, ni otro líder mostró tanto afecto como Fidel. La solidaridad con Cuba es una orden del corazón, dijo emocionado en su discurso pronunciado en español.
Sounthone Xayachak, jefa del departamento de Relaciones Internacionales del Comité Central del Partido revolucionario Lao, aseguró que Fidel y su obra se convirtieron en un estímulo para el pueblo laosiano en su lucha por independencia. Desde el otro lado del mundo llegó en su voz el apoyo a los países caribeños en sus luchas y los mejores deseos para el pueblo cubano.
Fidel, el referente revolucionario, ha estado presente en este encuentro. Su visión fundacional adquiere nueva luz en estos días que, como nunca antes, requiere que a las agresiones, a las intervenciones, a las políticas de engaño se opongan la más firme unidad, solidaridad e integración de todas las fuerzas, las más diversas, tal y como él lo concibió.