El Presidente de BioCubaFarma explicó a los mandatarios sobre el desarrollo científico en Cuba Autor: Estudios Revolución Publicado: 23/04/2018 | 10:49 pm
Evo Morales, presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, volvió a visitar Cuba. Su objetivo: «hacer la nueva agenda de actividades para proseguir con el legado de Fidel», según dijera el mandatario a la prensa en la mañana de este lunes, previo al encuentro con su homólogo cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, con quien, en la tarde, visitó el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB).
El líder boliviano recorrió la instalación científica y llegó hasta las plantas de producción. Junto a Díaz-Canel pudo conocer mejor la producción biotecnológica y farmacéutica cubana, así como la amplia experiencia médica cubana. Tenemos productos registrados en más de 50 países, entre ellos Bolivia —detalló el presidente de BioCubaFarma (Grupo de las Industrias Biotecnológica y Farmacéuticas), Eduardo Martínez— y producimos unos 482 medicamentos.
La jornada de lunes había iniciado con el homenaje de Evo a José Martí, ante cuya estatua en la Plaza de la Revolución depositó una ofrenda floral en compañía del vicecanciller cubano, Rogelio Sierra.
Estados Unidos quiere dividirnos
El presidente de Bolivia, Evo Morales, calificó como una «linda reunión» la sostenida este lunes con su homólogo cubano, el hermano «Miguel» Díaz-Canel, a quien deseó éxitos en la responsabilidad al frente de la cual acaba de ser «democráticamente electo», y se manifestó impresionado por los logros de la educación y la salud en la Isla.
En encuentro con la prensa inmediatamente después de su visita al Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, Evo dijo que esta, su primera visita oficial a Cuba después de la asunción de Díaz-Canel como presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, le ratifica su amistad y confianza, al tiempo que reiteró las responsabilidades de ambos países con la integración.
Evo dijo que durante su encuentro se repasaron programas en esas áreas y cómo relanzar la Celac, y recordó la necesidad de garantizar que América Latina y el Caribe sean una Zona de Paz, como la declaró la Proclama aprobada en La Habana, para lo cual, remarcó, hace falta justicia social.
La retoma de programas sociales por el ALBA también estuvo en el diálogo, explicó.
Precisamente, el Jefe de Estado boliviano dijo haber recordado en el CIGB a Fidel y cómo surgió, en diálogo de este con Chávez, la iniciativa de implementar la Misión Milagro, gracias a la cual en Bolivia existen hoy unos siete mil operados de la vista, y remarcó que ello se ha hecho sin ninguna condición, lo que contrapuso a iniciativas injerencistas como la llamada Alianza para el Progreso, que solo buscaban saquear nuestros recursos naturales.
En otra parte de la rueda de prensa, Evo se mostró confiado en relación con América Latina y el Caribe. La lucha antiimperialista está en los pueblos y en los movimientos sociales, advirtió. «Tenemos algunas dificultades en algunos países, conflictos políticos en algunas regiones; momentáneamente tal vez hemos perdido, pero vamos a recuperar, porque están los pueblos».
Recordó, en tal sentido, la situación del «compañero Lula», a quien dio su solidaridad y cuyo único delito, dijo, es ser nuevamente candidato, y candidato ganador, a merced ahora de lo que denominó como un proceso político.
En cuanto al pronunciamiento de seis países de suspender su participación en la Unasur —no se retiran, puntualizó—, Evo adelantó que se harán todos los esfuerzos para superar ese problema, y manifestó su confianza en que ello se logrará, «pensando en nuestros pueblos».
«Los pueblos son una cosa y los gobiernos, otra; y los pueblos quieren la integración. Tenemos muchas razones para integrarnos (…) Esperamos que estos presidentes y los demás de Sudamérica escuchen a sus pueblos», dijo.
Más adelante el Presidente boliviano anotó cuánto perjudican a veces los problemas internos que se verifican en partidos de izquierda y movimientos sociales de América Latina, mientras Estados Unidos, precisamente, intenta «dividirnos para enfrentarnos».
El líder del MAS ya había advertido sobre esa añeja política de Washington de dividir para ejercer su dominación política y económica sobre nuestros pueblos.
Somos acusados de ser «dictaduras» con más de 60 o 70 por ciento de los votos, dijo en relación con las justificaciones argumentadas para injerir en los destinos de nuestros pueblos.
Antes eran golpes militares, ahora son golpes judiciales o congresionales, denunció, y consideró que no hay un relanzamiento por EE. UU. de políticas del pasado, en cuanto a su declarado interés de aplicar sobre la región la Doctrina Monroe. Permanentemente lo han hecho, apuntó.
A una pregunta sobre la posibilidad de que se adopten nuevos proyectos desde el ALBA-TCP de cara a la coyuntura regional, Evo dijo haber conversado sobre la posibilidad de un nuevo programa social con las características de una misión que pueda enfrentar el cáncer, o la diabetes.
También hay acuerdos sobre complementariedad y solidaridad que están pendientes de implementarse debido al carácter más protocolario de esta visita, y quedan en manos de los cancilleres, explicó.
Interrogado sobre la posibilidad de eventual nuevo frente común de los movimientos sociales y populares y los partidos políticos de izquierda, Morales recordó su procedencia de «la escuela de la lucha sindical y social» a nivel nacional, y de la escuela que significó su participación, en los años de 1990, en las citas que tenían lugar en La Habana y donde se encontraban Fidel y destacados líderes y luchadores revolucionarios de la región.
Destacó que él se formó en esos encuentros, y ahora queremos retomarlos, dijo.
No solo para expresar solidaridad, también es una forma de formarnos, de cara a las nuevas generaciones, e intercambiar experiencias.
«¡Qué bueno sería que expresidentes de izquierda, presidentes, actores populares de izquierda estemos juntos para compartir,y relanzarnos en este proceso de liberación de América Latina!», afirmó.