Las cartas Autor: Martirena Publicado: 12/04/2018 | 08:05 pm
¿Por qué tardan meses en llegar a sus destinatarios los paquetes del exterior o las cartas remitidas desde Cuba? ¿Cuál es la razón para que aún el envío de giro postal dentro de la Isla sea de 300.00 pesos como límite? ¿Ha pensado Correos de Cuba en dar prioridad a la entrega de medicamentos que por alguna razón están en falta en nuestro país y son enviados por personas que residen fuera?
Estas y muchas otras fueron las preguntas que hicieron los cibernautas a autoridades del Grupo Empresarial Correos de Cuba (GECC) durante una entrevista online que propició Juventud Rebelde en su redacción multimedia, donde muchos temas fueron aclarados, sobre todo los relacionados con la tardanza de los giros internacionales.
El GECC precisó que a principios de año enfrentó una situación complicada en la planta de tratamiento postal por la que se atrasó la entrega de la paquetería procedente del exterior; y puntualizó que la correspondencia dirigida a otras naciones está vinculada a la frecuencia de salida en los itinerarios y los enrutamientos.
José Manuel Valido Rodríguez, director de comunicación institucional del GECC explicó también que desde el pasado 24 de marzo hasta inicios de abril la entidad tuvo problemas en la entrada de giros internacionales procedentes de España. «Aún no sabemos las causas, ni esa nación se ha pronunciado, pero la situación se pudo normalizar gracias a las gestiones realizadas por Correos de Cuba con las autoridades del Correo Español y de la Unión Postal de las Américas, España y Portugal», comentó.
Hoy, aseguraron las autoridades de ese grupo empresarial, las encomiendas (bulto o paquete o envío postal) desde que llegan a Cuba se demoran de siete a 15 días en llegar a las provincias, en La Habana demoran cinco días hasta la unidad de distribución.
Por otra parte, los foristas interrogaban sobre los paquetes que arriban abiertos o faltantes de artículos. «He recibido cajas desde España y Alemania y casi siempre me han llegado abiertas, cuando hago el reclamo me mandan a poner una queja en Alamar (pues yo resido en La Habana del Este y recibo los paquetes en la Villa Panamericana), y la respuesta es que hicieron investigaciones y el paquete ya venía así desde afuera».
El embalaje de la paquetería procedente de España y Alemania, manifestaron los directivos, puede sufrir roturas en su tratamiento pues viene en sacos uno encima del otro, pero eso que no justifica la falta de artículos. Correos de Cuba trabaja por el peso del envío y el cliente tiene el derecho de que a la hora de entrega sea pesado el paquete en su presencia y coincida con el peso de origen.
«No obstante, una vez recibido el envío en nuestra planta de tratamiento postal y este presente algún deterioro, se realiza un reporte de irregularidad al país de origen y se procede a embalar en bolsas de nailon y con sellos como medida de seguridad», indicaron.
Valido Rodríguez mencionó que Correos de Cuba en 2017 registró 1 153 quejas de la población, —758 más que en 2016, las que representan el 0,01% del total de bultos postales internacionales que entraron al país en ese año—. De ellas, 473 por demoras en la Oficina de Cambio Internacional y 254 por demoras en la entrega a su destino.
En cuanto a los bultos postales nacionales, Valido acotó que el GECC recibió en 2017, 99 quejas, 70 menos que en 2016. Las referidas a correspondencia certificada fueron 123; 21 menos que el año anterior.
No obstante, según dijo el Director de Comunicación institucional, influyó en esa disminución la posibilidad de que los clientes puedan rastrear su paquete desde la página web www.correos.cu , y conocer en todo momento su ubicación y estado. Pero la calidad de los servicios de Correos de Cuba aún continúa siendo insatisfactoria.
Valido Rodríguez explicó que entre las limitaciones de este grupo empresarial están dificultades de trasportación, para implementar un adecuado sistema de seguridad postal, y el hecho de que los procesos operacionales sean manuales. Además, todavía no utilizan el Sistema Integrado Postal en toda su potencialidad, no registran en el sistema todos los eventos y operaciones, y es insuficiente el nivel de informatización.
Precisamente, los usuarios se interesaron sobre las perspectivas que tiene esta entidad para informatizar las dependencias que aún faltan, sobre todo Playa Baracoa o el municipio de Bauta, en Artemisa, lo que facilitaría pasar giros nacionales de forma rápida y segura.
Los directivos argumentaron que el GECC cuenta con un plan anual de informatización de las oficinas postales a partir del presupuesto aprobado y teniendo en cuenta el tráfico y las operaciones que se realizan. «Nuestra intención es informatizar el 100% de las oficinas postales del país, pero producto de la situación actual y la planificación es un proceso que se llevará a cabo gradualmente».
Seguro y a tiempo
«¿Por qué a las postales que mi familia y amigos me envían desde Camagüey a Canadá les obligan a ponerles sellos en CUC aunque las hayan comprado en CUP? Y en caso de echarlas en el correo directamente sin pasar por el ventanillo, con sellos en moneda nacional, nunca me llegan. Sin embargo, tengo un amigo en Sancti Spíritus que me envía al menos una por mes, siempre me llegan y aunque sean compradas en divisa, les pone sellos en CUP?», se preguntaba uno de los usuarios.
Los sellos se comercializan en CUP en todas las oficinas de correos, —expresaron las autoridades de Correos de Cuba y aquellos en CUC son para el turismo. No obstante, con cualquiera de los dos las tarjetas circulan por el correo y deben llegar a su destino, siempre que esté cubierto el franqueo correspondiente. Por lo tanto, lo que le sucedió es una violación de la prestación del servicio en Camagüey.
Otro de los asuntos del debate fue la intención de los foristas para que el GECC priorice paquetería que contenga medicamentos. En ese sentido los directivos manifestaron que «Correos de Cuba no trabaja con el contenido, sino con el tipo de producto desde su imposición, si es certificado u ordinario. No obstante, una vez que conocemos que se trata de medicamentos, asumimos el tratamiento diferenciado hacia su destino o su entrega personal. Para cualquier evaluación es importante que solo tenga medicinas y no otro tipo de contenido».
Otra de las interrogantes fue el por qué aún persisten las trabas con respecto al envío de giro postal de 300.00 pesos como límite. «¿No se han percatado de las veces que tiene que trabajar una compañera de ventanilla y el cliente cuando este necesita girar 1000.00 pesos a cualquier parte del país? Eso es exceso de trabajo, fíjense en que debe llenar cuatro veces lo que con una sola resolvería el problema».
Correos de Cuba reconoció que ha demorado en solucionar este problema, aunque argumentó que el servicio de giros nacionales es para cantidades limitadas de efectivo; y que aún no ha decidido la futura cantidad, pero se corresponderá con los salarios promedios del país.
Con respecto a los giros postales nacionales, el GECC expresó que este servicio es de los más estables de la entidad, aunque no está ajeno a problemas de indisciplinas en algunas oficinas, pero en 2018 no han recibido quejas sobre pérdida de giros.
Acerca de la llegada a tiempo de las facturas de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa), el GECC reconoció que puede prestar con más calidad esta prestación, pues para ello cuenta con una amplia infraestructura postal. «Nos reunimos frecuentemente con Etecsa para valorar las reclamaciones del servicio y mejorar los procesos internos de distribución. Anualmente entregamos más de diez millones de facturas telefónicas», acotaron. Sobre este tema Valido Rodríguez refirió que Correos de Cuba en 2017 recibió 71 quejas por no entrega a domicilio de facturas telefónicas, 35 menos que en 2016.
Acerca de la distribución y venta de la prensa, el GECC reconoció varias deficiencias «que comienzan por las demoras en los procesos editoriales, las irregularidades en la poligrafía debido a la obsolescencia tecnológica de la maquinaria, las insuficiencias en el transporte de Correos y la falta de carteros, sobre todo en algunos barrios de porteo de La Habana, siendo la situación más crítica en el municipio habanero de Diez de Octubre.
«Ello debe resolverse cuando concluya el proceso inversionista de reconversión tecnológica del sistema de edición, impresión y transportación de la prensa, que se ha previsto implementar en las Casas Editoriales, los poligráficos de La Habana, Villa Clara y Holguín, y el sistema de transportación de la prensa de Correos de Cuba», acotaron las autoridades.