SANCTI SPÍRITUS.— En un contexto internacional adverso y bajo las limitaciones que le impone el bloqueo del Gobierno de Estados Unidos, Cuba ha convertido en política de Estado la lucha por preservar el medio ambiente y, además, ha cooperado con otras naciones del área en la preparación de los recursos humanos para el enfrentamiento a los efectos del cambio climático.
Así trascendió en el acto nacional por el 5 de junio, donde también se ponderó la visión integral de Fidel sobre las cuestiones medioambientales.
En la ocasión, al Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez, miembro del Buró Político y vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, se le confirió el Premio Nacional de Medio Ambiente 2017.
Según se dio a conocer, mereció ese lauro por sus múltiples labores en obras para preservar los recursos hidráulicos del país y potenciar el uso de las fuentes renovables de energía.
El Premio Nacional de Medio Ambiente 2017 fue entregado, además, al Doctor Luis Joaquín Catasús Guerra, de Bayamo; a la Empresa de Diseño e Ingeniería Dimarq, de Ciego de Ávila, y a la de Proyectos de Arquitectura e Ingeniería, de Villa Clara.
En otro momento del acto nacional por el Día Mundial del Medio Ambiente aquí, se evaluó a Sancti Spíritus como el territorio de mejores resultados integrales a nivel de país.
La entrega de esos y otros lauros contó con la presencia del Comandante de la Revolución Guillermo García Frías; de Elba Rosa Pérez Montoya, ministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente; Inés María Chapman Waugh, presidenta del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, y de Myrta Kaulard, coordinadora residente del Sistema de Naciones Unidas.