Multa. Autor: Osval Publicado: 21/09/2017 | 06:49 pm
SANCTI SPÍRITUS.— «Miss, good food. ¡Come!», me dice un joven de dos pies de altura en la Plaza Mayor de Trinidad. Moviendo las manos una y otra vez, me insiste. Ante mi inmovilidad, me toma por el brazo para guiarme hasta donde, al parecer, ofrecen la mejor comida del mundo.
«Soy cubana», respondo, y sin proponérmelo lo espanto con una simple pregunta: «¿Eres gestor de alojamiento?».
A la velocidad de un pestañazo, se escabulle entre el grupo de turistas que se empina hacia las escalinatas de la Casa de la Música, desde donde dice, con la evidente intención de que lo escuche: «Hay que luchar. La vida está dura y los inspectores te meten el pie».
Evidentemente él no forma parte de los 15 trabajadores legalizados allí en esa modalidad de la actividad cuentapropista; pero sí de quienes engordan la lista de violaciones a fin de vigorizar sus bolsillos.
Y aunque en papeles, según la Dirección Provincial Integral de Supervisión (DIS) en Sancti Spíritus, han disminuido las ilegalidades con respecto a otros períodos, aún se precisa su enfrentamiento de modo más enérgico y el acompañamiento a esa forma de gestión económica.
Si me pides… te lo doy
Por supuesto que los 24 526 trabajadores por tener cuenta propia en la provincia no exhiben todos malos procederes. De acuerdo con Norma Martín Alonso, máxima responsable de la DIS en Sancti Spíritus, existe en ese colectivo un mayor conocimiento de sus deberes y derechos. No obstante, los números aún alertan sobre el asunto, pues al cierre de 2016 se contabilizaron en el territorio 4 807 supervisiones y se encontraron violaciones en un 58 por ciento de estas. Por ello se aplicaron 2 807 multas, con un valor total de 2 274 900 pesos.
El grueso de las mismas recayó en la venta de productos industriales; por expender en lugares no autorizados por el Consejo de la Administración Provincial, así como por utilizar materias primas de origen imposible de justificar y por la existencia de personas no legalizadas para ejercer el trabajo no estatal.
La mayoría de esas infracciones fue detectada en los municipios de Trinidad y Sancti Spíritus, donde existe el mayor número de cuentapropistas de la provincia y, a juicio de la directiva, se hace más engorrosa la detección de las violaciones.
Obviamente, cada ilegalidad fue «justificada» con múltiples argumentos: la ausencia de un mercado mayorista; el burocratismo de varias entidades que obstaculiza la contratación a cuentapropistas, y la tolerancia hacia labores que palian necesidades no satisfechas por el sector estatal.
Y aunque algunas de esas «causas» no han encontrado una respuesta integral a nivel nacional —como la creación del tan anhelado y necesario mercado mayorista o mantener siempre abastecidos los almacenes minoristas con productos como papel sanitario, servilletas, vasos, agua envasada, refresco…— otras sí son responsabilidad de cada territorio, principal escenario para prevenirlas.
De acuerdo con Danilo Zamora Neira, miembro del Secretariado de la Central de Trabajadores de Cuba en Sancti Spíritus, el problema no puede recaer solo en los inspectores y en la Policía Nacional Revolucionaria.
«Tanto el sindicato como el resto de las entidades debemos ser ágiles en tratar de resolver aquellas inquietudes que hoy afectan a un sector que crece considerablemente y repercute en el desarrollo económico del país», acotó.
Por ello los encuentros entre los cerca de 15 868 trabajadores no estatales que hoy están afiliados a algún sindicato precisan ser el espacio clave para analizar y trazar estrategias efectivas que busquen desterrar las fisuras que laceran sus actividades. En los mismos ya se han viabilizado varias preocupaciones, pero predomina la denuncia de un gran número de personas que les hacen la competencia sin respaldo legal.
Igualmente, persisten en algunos municipios espirituanos las nulas condiciones en las piqueras para bicitaxis y coches, y la obstaculización de circular durante la noche a los cocheros que tienen actualizada la inspección técnica de sus medios de transporte para hacerlo.
Para Juana Salomé Expósito, arrendataria de habitaciones — una de las actividades que más crece en la provincia, junto a la de elaborador-vendedor de alimentos y bebidas mediante servicio gastronómico—, muchas veces existe una «persecución caprichosa» a quienes sí cumplen con las leyes.
«Ya perdí la cuenta de cuántas veces nos hemos quejado de que el ruido de los centros nocturnos a altas horas de la noche nos afecta, porque los clientes no pueden descansar. Nos dijeron que crearon una comisión, pero la música, que nos deja “sordos”, sigue, expresa.
Otros criterios indican sinsabores entre quienes tienen licencia para ejercer alguna actividad que no se mantiene estable durante todo el año.
A juicio de Gustavo Alcantara Benítez, subdirector de Empleo de la Dirección Provincial de Trabajo y Seguridad Social (TSS) en Sancti Spíritus, para erradicar las insatisfacciones relacionadas con la competencia desleal, se puso en práctica la regulación de algunas actividades como alquiler de animales, carretillero, mensajero y gestor de alojamiento.
No obstante, reconoce que se precisa reforzar la labor con los órganos de relación, quienes de conjunto con los integrantes de los grupos municipales y provincial de trabajo por cuenta propia trazan los caminos.
«Tenemos que ser más sistemáticos en el diálogo con nuestros cuentapropistas», refiere. Quizá ello motive a quienes aún no tienen un estatus legal a adoptarlo y a disfrutar de los beneficios, como lo es tener una jubilación segura; y contribuya esto a evitar las subdeclaraciones al fisco (en una segunda etapa del pasado año se contabilizaron 897 contribuyentes que negaron sus ingresos reales).
Un ejemplo de cuánto se gana cuando existe una adecuada asesoría, se evidencia en la relación del sector del Turismo con los trabajadores del sector no estatal en Trinidad, donde la red hotelera no puede satisfacer la alta demanda de visitantes y los hostales y paladares resultan vitales. Por ello se han potenciado cursos de capacitación, rectorados por especialistas de la Delegación del Ministerio de ese ramo en la provincia.
Además, la dirección de TSS precisa ser más exigente a la hora de entregar las licencias para evitar ejemplos que, a todas luces, esconden ilegalidades, como carpinterías ubicadas en una segunda planta de un edifico multifamiliar y cocheros que no tienen parcelas de tierra donde asistir a sus caballos.
Esta realidad espirituana, que trasciende sus fronteras, forma parte de múltiples agendas y es tópico recurrente en los consejos de las administraciones, tanto a nivel municipal como provincial.
Pero no todos los directivos del territorio han concientizado sus responsabilidades para con ello y se las achacan a los inspectores y a la PNR.
Sin embargo, la imposición de multas no debe ser la única solución a los problemas; cada quien debe velar por hacer cumplir la ley para así evitar la extracción de recursos de almacenes estatales; la existencia de carretilleros, cuidadoras de niños y niñas, manicuras… ilegales; la no correspondencia entre gramaje y calidad con los precios. En fin, violaciones que laceran al país, por lo cual no pueden campear por su propia cuenta.
Los hostales y paladares son vitales en aquellos lugares donde la red hotelera no cubre la demanda. Foto: Lisandra Gómez Guerra.