El panel dedicado al líder histórico de la Revolución Fidel Castro abrió las puertas al debate teórico de Pedagogía 2017 Autor: Calixto N. Llanes Publicado: 21/09/2017 | 06:49 pm
«“El maestro es el alma de la Revolución”, afirmó Fidel, y de todas las frases que le escuché referentes al magisterio, esta es la que prefiero recordar», expresó Lesbia Cánovas Fabelo, presidenta de honor de la Asociación de Pedagogos de Cuba, al intervenir en el panel Fidel Castro: Educador de la esperanza, que abrió las puertas al debate teórico de Pedagogía 2017 en el Palacio de Convenciones.
La destacada educadora hizo un recuento de la evolución del sistema nacional de enseñanza a partir de 1959, sobre todo desde el punto de vista profesoral.
«Fidel defendía el concepto martiano del vínculo del estudio con el trabajo, especialmente cuando se trataba de docentes en formación. Él concebía un maestro que aprendía la profesión en la escuela, con la práctica en el aula, y contribuía a la vez al desarrollo del centro escolar», puntualizó.
En esta ocasión, el teólogo brasileño Frei Betto aseguró que si se quiere conocer a Fidel hay que tener en cuenta dos fuentes fundamentales de su formación: José Martí, y la enseñanza de los jesuitas. «Él era un hombre de valores, pero tenía una energía espiritual muy fuerte para mantenerlos», destacó.
La voz de los más jóvenes estuvo presente también en el encuentro, representada por Leyanis Burgos Ruano, presidenta de la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media en la Escuela Pedagógica Fulgencio Oroz, de la capital, quien destacó que escogió la profesión de maestra inspirada en las enseñanzas del Comandante en Jefe, y fundamentó que se siente orgullosa, pues sabe que con su labor en las aulas estará defendiendo la Revolución.
La periodista Katiuska Blanco, quien ha escrito varios libros sobre Fidel, recalcó que él planteaba una educación nueva, cuyos componentes esenciales fueran el amor; el afán de despertar el ansia de conocimiento de manera integrada a partir de cuanto nos rodea; la enseñanza para vivir plenamente en el disfrute de la naturaleza y la cultura, y la importancia de forjar el carácter, la espiritualidad, el desprendimiento, la bondad y la capacidad de sacrificio, las martianas ideas del bien y la virtud.
«Todo ello —dijo—, eran las claves que consideraba imprescindibles en la formación de los seres humanos para la felicidad, la plenitud, la libertad y la dignidad, en equilibrio, a su vez, con toda la humanidad y los universos posibles».
En el panel Elías Jaua, ministro de Educación de Venezuela, destacó que el apoyo personal de Fidel, junto a Chávez, fue esencial para la Misión Robinson, que permitió declarar a su país libre de analfabetismo, sin olvidar los millones que pudieron concluir la enseñanza primaria, asistir a la universidad o formarse como médicos.
«Fidel cumplió como nadie el anhelo martiano de déme Venezuela en qué servirla y tendrá en mí un hijo. Él tuvo muchas tareas y las cumplió con amor, eficacia y disciplina; por ello es un hijo muy querido del pueblo venezolano libre, trabajador y patriota».
Hoy los más de 2 000 participantes de 40 países tendrán ocasión de escuchar una intervención especial de Kailash Satyarthi, Premio Nobel de la Paz 2014, de visitar centros escolares de la capital y de participar en el debate de ponencias sobre el quehacer pedagógico actual.