En Camagüey los músicos tienen que esperar largos períodos después de sus presentaciones, para recibir el dinero pactado en el contrato. Autor: LAZ Publicado: 21/09/2017 | 06:42 pm
Camagüey.— Una de las problemáticas del sector de la cultura más discutidas por los artistas en disímiles escenarios del territorio, esencialmente por los profesionales pertenecientes al Centro Provincial de la Música y los Espectáculos (CPME), están asociadas a la ejecución del pago a los músicos en los términos establecidos en el contrato.
Tal situación aquí no es cosa de «coser y cantar», pues aunque muchos han sido los esfuerzos de los directivos del CPME para transformar esa realidad, los números muestran que el camino aún permanece muy empedrado.
Reina García Díaz, directora del CPME en Camagüey, informó a JR que la deuda con los artistas ascendía, al cierre del mes de octubre, a 1 219 225 pesos en moneda nacional (CUP).
«De ellos —aseveró— 1 030 725 pesos aún estaban en términos de pago y otros 188 500 pesos fuera del límite establecido en el contrato para su desembolso; o sea, estamos hablando de cuentas muy envejecidas y renegociadas con los clientes», explicó.
«Las deudas fuera del plazo acordado han sido conciliadas varias veces y se encuentran en proceso de reclamación comercial».
Indicó que los términos o períodos de pago se establecen en los contratos de las actuaciones, previa conciliación con los artistas, es decir, entre ambas partes. Los plazos pueden llegar a tres meses, e incluso a 180 días, dependiendo del monto a pagar.
Ante este panorama de demoras que sufren varios artistas de los 13 municipios de la extensa provincia agramontina, JR se acercó al tema y dialogó con funcionarios del Ministerio de Cultura y una veintena de músicos, también perjudicados por esta dilación.
Deudas aplazadas e interminables...
Didier Rodríguez Cruz, joven de 35 años y director de La Firma, agrupación de pequeño formato con 15 años de fundada, advirtió que en 2016 los pagos a los artistas, aunque andan por un camino de exigencia, siguen con problemas.
«Los músicos estamos preocupados por la falta de constancia del pago», dijo Didier, quien subrayó: «Esta realidad influye no solo en nuestros gastos personales, sino también en la posibilidad de transformar nuestro formato, porque nadie quiere integrar una agrupación sin estabilidad monetaria».
Similar criterio fue planteado por el joven Fernando Fuch Suárez, director de la popular orquesta Acheré, con 25 años de creada. «El impago a los músicos es una cuestión cíclica», afirmó el también bajista de la agrupación.
Aseguró que a Acheré se le deben 50 000 pesos desde el mes de julio, cuando se presentaron en Santa Clara, deuda que está fuera de término, y otros 40 000 desde agosto, cuando actuaron en Holguín.
Ejemplificó que por causa de la insuficiente agilidad en las liquidaciones, muchas veces no se recuperan los gastos de transportación, alimentación y hospedaje, entre otros. Añadió además que dicha situación impacta en la permanencia de los músicos dentro de los grupos, porque muchos deciden irse a otros trabajos.
En el sondeo desarrollado por JR en Camagüey, los interpelados coincidieron en la necesidad de no permitir demora en el pago de las deudas y aumentar la exigencia sobre quienes tienen que desembolsar el dinero.
El maestro Norberto Puente, director de la prestigiosa agrupación Maravillas de Florida, baluarte de la cultura camagüeyana y cubana, no se explica por qué un municipio del país desarrolla sus fiestas populares y luego no tiene dinero para pagarle al talento contratado.
«La problemática del impago a los músicos es un suceso nacional que merece una mirada crítica desde todas las instituciones responsables. Es un fenómeno que se reitera, porque cobras por un lado y te deben por otro, y ninguna región ni agrupación del país escapa de eso», apuntó.
Cuentas especiales, pero sin fondos...
Chequeos permanentes de la dirección política y gubernamental de la provincia, junto a la Dirección Provincial de Cultura y el CPME, y análisis propiciados por los músicos en las asambleas de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, han jerarquizado el tema dentro de las tareas de primer orden del sector y de las direcciones municipales de los gobiernos en el territorio camagüeyano.
Tamara Castillo Martín, subdirectora técnico-artística en la Dirección Provincial de Cultura, aseguró que el problema mayor del impago a los artistas se halla en la especialidad de música, al existir unidades artísticas comerciales que el país no subvenciona, sino que se sostienen y comercializan a través de las Cuentas Especiales (CE), que poseen todos los territorios en la nación y las cuales están rectoradas por el Gobierno de cada localidad.
En el caso de Camagüey —explicó Castillo Martín—, hay municipios donde sus CE no tienen salud, y al llegar las fiestas populares, semanas de cultura, carnavales, verano o fin de año, no hay cómo liquidarles a los músicos. «Hemos tenido demora de hasta un año para pagar a los artistas», aseveró.
Insistió Tamara Castillo en que las CE se nutren de la comercialización de empresas como Gastronomía y Comercio, y todas poseen un seguimiento permanente. «Cada semana se realiza el chequeo de estas cuentas, pero lamentablemente hay territorios que aún continúan muy complicados».
En el documento del estado de cuenta especial por municipios al cierre del mes de octubre, se presentó a las localidades de Céspedes y Najasa como las de mayor complejidad, pues sus deudas no solo estaban fuera de término, sino que eran superiores a sus CE. En el primero, con una deuda de 93 500 pesos, su CE no superaba los 3 000 pesos; y el segundo, con débito de 95 000 pesos, poseía 10 000 pesos en existencia.
Lamentablemente para el sector de Cultura, otras localidades están señaladas. En Esmeralda, por ejemplo, su deuda de 165 000 pesos aún se encuentra en término y es menor que el monto de su CE, ascendente a 221 416 pesos. Entonces, ¿por qué no pagan?
En cambio, para Sibanicú, Camagüey y Florida, el escenario es de alerta permanente, pues si bien sus deudas están en términos de pago con montos de 60 000; 334 550 y 30 500 pesos, respectivamente, sus CE están por debajo de lo que se debe retribuir: 18 112 para Sibanicú, 23 710 para Camagüey y 21 107 pesos para Florida.
Los números testimonian una problemática irresuelta. Mientras no exista una solución coherente que atienda todas las aristas del asunto, en la que se establezcan prioridades y se anclen las posibles salidas sobre bases sólidas y sistemáticas, seguirá este lamentable «lleva y trae» que desafina el buen hacer de los músicos y provoca en ellos no pocas notas de disgusto.