X Congreso de la Juventud Comunista. Autor: Falco Publicado: 21/09/2017 | 06:02 pm
GUAMÁ, Santiago de Cuba.— Trabajar con la perseverancia de la gota de agua horadando la piedra y combinar con éxito muchos detalles es el único modo de contar con una UJC robusta, verdaderamente a la vanguardia de los actuales tiempos, y en la que se sientan representados todos los jóvenes cubanos.
Ese fue el espíritu que primó en la asamblea X Congreso de la Juventud Comunista en el costero municipio de Guamá.
Por esa misma razón, en una expresión de Bernecer Martínez, «a la juventud hay que caerle con todo». Con ese énfasis sintetizó la fórmula del buen funcionamiento de la organización juvenil.
Un aspecto importante, dijo Reinier Marín, secretario del comité de base de la Dirección Municipal de Educación, está en la preparación de los dirigentes de base. Solo un secretario general capacitado, conocedor de las claves del trabajo ideológico y de técnicas de dirección, puede impulsar el quehacer de una organización protagonista de su entorno y capaz de enamorar a los nuevos a su alrededor.
Y es que, como coincidieron varias intervenciones, solo con convicción no se encamina un funcionamiento juvenil comprometido con la continuidad de la organización y la Revolución. Es preciso pensar que cada joven es diferente, darle a cada cual, diferenciadamente, el tratamiento capaz de atraerlo y a partir de ahí desplegar periódicamente acciones en las que la iniciativa destierre el esquematismo.
De los anteriores análisis se deriva la alegría y criterios favorables que suscitó el espacio recreativo Plaza Joven, que se gestó en torno a la asamblea e incluyó presentaciones artísticas, actividades deportivas y otras opciones.
Ello dejó claro que el quehacer de la organización no puede estar alejado de las necesidades de los jóvenes, entre estas la demanda de más ofertas para el empleo del tiempo libre, uno de los temas reiterados en las Conexiones necesarias.
Los delegados lo ilustraban. Con los proyectos de la brigada de instructores de arte y el mismo talento del territorio pueden realizarse actividades dignas que contribuyan al esparcimiento de los habitantes de este lado cubano; entonces, ¿por qué no hacerlas? ¿por qué no promover más caminatas que acerquen a los hechos históricos que tuvieron su escenario en la región, o insertarse más en acciones productivas?
Cuando la UJC en tierra guamense logre llegar a las familias de aquellos muchachos, casi adolescentes, vinculados a la indisciplina social, el tabaquismo, el alcoholismo o los altos índices de embarazo entre adolescentes que presenta el municipio, será una vanguardia mucho más parecida y cercana a su localidad.
La intervención del joven campesino Manuel Puebla, de la CCS fortalecida Ángel Mendoza, dejaba ver otra deuda que tiene el trabajo de la UJC en Guamá: la poca atención a las nuevas generaciones de campesinos, lo que puede palparse en el exiguo número de militantes existentes hoy en ese sector.
Gretchen Odio, integrante del Buró Provincial de la UJC, buscaba resortes hacia dentro: el trabajo político-ideológico no puede ser de un día, o una campaña por una asamblea. Como establecen los reglamentos y estatutos —documentos que no siempre son tenidos en cuenta— es diario, sistemático y diferenciado.
La clave, quedó claro en el balance, está en la propia organización, que no puede renunciar a la tozudez de la gota de agua horadando la piedra ni a pensar en todo y en todos.