Obra plástica. Autor: Lázaro David Najarro Publicado: 21/09/2017 | 05:53 pm
SANTA CRUZ DEL SUR, CAMAGÜEY. —Un grupo de niños de esta ciudad de pescadores pone en práctica múltiples iniciativas para educar a grandes y pequeños por el amor y conservación de especies marinas en peligro de desaparecer y del medio ambiente subacuático.
Los atrevidos pequeños no solo envían mensajes al mundo para reducir la captura ilegal de tortugas marinas, sino que desde los meses de mayo hasta julio de cada año —etapa de nidación del Carey en esta región sureña— participan con sus creaciones; dibujos, poemas, cuentos… en el Festival Ambiental por la Conservación de las Tortugas Marinas.
Una de las participantes, la niña Daniela Álvarez explicó a JR: «nuestra labor es decirle a mis hermanos, padres y los amigos del puerto de Santa Cruz del Sur, que cuiden las especies marinas, y sobre todo las tortugas marinas».
Razón le sobra a Daniela, pionera de la escuela primaria Ignacio Agramonte y Loynaz, pues los monitoreos a esta zona demuestran que el carey y la caguama se manifiestan en el archipiélago Jardines de la Reina, uno de los cuatro que existen en Cuba y el tercero del país en extensión, con más de 217 000 hectáreas.
Declarado en 1997 Parque Nacional, el más grande reducto marino virgen cubano, abarca la costa sureña de las provincias de Camagüey, Ciego de Ávila y Sancti Spíritus, y clasifica como una de las áreas más importantes de las seis existentes en el país en la anidación de especies marinas.
Daniela, de 10 años edad, dijo que ella, junto a sus amiguitos, participó en el proyecto con un texto narrativo, «en mi cuento incluyo personajes, quienes desarrollan acciones por el cuidado del medio ambiente, la tala indiscriminada de bosques, la contaminación de los mares y las afectaciones a la flora y la fauna marinas», expresó.
Para la jovencita Roxana María González, autora de la prosa, Azul, sus personajes denuncian la agresión del ser humano a los océanos. «Mis protagonistas defienden que la humanidad debe frenar el derrame de petróleo en los mares que ponen en peligro a los animales y al ser humano».
Rubén David La O, adolescente que proviene de una familia de pescadores, en su pintura trasmitió un mensaje de amor para el cuidado de la naturaleza, mientras que su compañero Ismael Pereira se las ingenió para confeccionar una obra con botellas, que alertan sobre los fenómenos que afectan el medio ambiente.
Al lado del ejemplo de abuelos…
Justo en la década del 70 del pasado siglo, un pescador llamado Pedro Guerra, en un pintoresco cayito de este archipiélago al sur de Camagüey, tuvo el mérito de ser pionero en Cuba en el cuidado y protección de los quelonios marinos.
La pionerita Kedia Aguilera tuvo la suerte de tener abuelos pescadores, «ellos me enseñaron a cuidar el mundo marino, a las tortugas y las demás especies. Ellos siempre me hablaron del ejemplo de hombres como Pedro, y yo le sigo sus pasos».
Mas el proyecto en Jardines de la Reina es resultado del esfuerzo de muchos, para implementar estrategias de protección para la especies en peligro, explicó Amarilis Blanco, técnica en conservación de este parque.
«Las especies claves del ecosistema marino —opinó— es un indicador importante para conocer sobre la salud del parque; afectado actualmente por la invasión de los seres humanos, por el cambio climático y los eventos naturales».
Blanco destacó que el trabajo sostenido con los niños forma parte de los esfuerzos de Jardines de la Reina para mantener y aumentar desde la comunidad, la familia y las tradiciones pesqueras la protección y conservación de todas las especies de este ecosistema.