Abrir la puerta a los controladores de vectores que vienen a nuestra vivienda es una acción necesaria, en pos de la salud y el bienestar de todos. Autor: Jorge Luis Guibert Publicado: 21/09/2017 | 05:38 pm
«La tasa de incidencias por dengue se ha incrementado en América en los últimos 30 años y la tendencia es que continúe en ascenso. Según un reporte de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), desde enero hasta principios de agosto de 2013 se reportaron en la región 1 403 440 casos, cifra muy superior a igual período de años anteriores».
Así lo afirmó este miércoles la doctora Niurka Molina Ávila, especialista de primer grado en Higiene y Epidemiología y jefa del Departamento de Control Sanitario Internacional del Ministerio de Salud Pública de Cuba, como parte del XIII Curso Internacional de Dengue que sesiona en el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK), en la capital.
Al decir de la directiva, Cuba no está ajena a este problema global, que afecta a otros continentes como Asia y África.
Recordó que está latente la posibilidad de que se introduzca desde países donde ya es endémico, y con los cuales tenemos relaciones.
Además —precisó— persisten deficiencias higiénico-sanitarias que favorecen la proliferación del vector, y que se suman al incremento de las temperaturas y las lluvias por el cambio climático.
No obstante, hay que reconocer que nuestro país tiene como fortaleza la atención primaria de salud, que juega un papel fundamental dentro del sistema de control y de vigilancia epidemiológica del dengue, pues permite detectar a tiempo los casos sospechosos, dijo.
Entre otras fortalezas, esta marca una diferencia con respecto a muchas naciones. No obstante, debemos hacer más énfasis en la lucha antivectorial, con el apoyo de la comunidad, subrayó.
El mejor control lo ejercemos nosotros mismos
El doctor Jorge Pérez Ávila, director del IPK, afirmó a este diario que ante la incidencia del dengue a nivel global, la estrategia de Cuba es mantener y fortalecer cada vez más el sistema de control y de vigilancia epidemiológica.
«El dengue tiene cuatro serotipos: DEN-1, 2, 3 y 4. En el momento actual hay un resurgir de la enfermedad, y están circulando en América el dengue 3, 4 y 2, explicó.
Según el especialista, una prioridad para Cuba es evitar una epidemia como la introducida en el país por Estados Unidos en 1981, que produjo una importante cantidad de muertes, entre ellos niños, y para este fin, aseveró, resulta fundamental que la comunidad participe en el control y la erradicación del vector.
«Si el mosquito Aedes aegypti vive con nosotros, eso quiere decir que estamos creando las condiciones para ello. A veces una latica olvidada, que nos parece insignificante, una cajita, una cáscara de huevo, puede servirle de nido.
«Las personas muchas veces prestan más atención a lo que está sucediendo fuera de sus casas, que la basura no se recoge, que no se arreglan los salideros… Eso es cierto. Pero en realidad en estos espacios es donde menos proliferan los mosquitos. Donde más podemos encontrarlos es cerca de nosotros», destacó.
Hay quienes piensan —ahondó— que podemos llevar a cero el vector. Esto es muy difícil, porque este es un insecto que vive en la naturaleza y que tiene muchas formas de perpetuarse.
Él es capaz de poner sus huevos ante el peligro y dejarlos enterrados. Así pueden vivir un año o más y al entrar en contacto con el agua pueden eclosionar. A veces esos huevos están infestados, detalló.