Queridos compañeros y compañeras, amigos y amigas, participantes en el IV Encuentro Juvenil Internacional de Solidaridad con la Batalla por nuestra libertad:
Llegue a todos un saludo de los Cinco, lleno de hermandad, de aprecio y de infinito agradecimiento por todo su apoyo.
José Martí, Apóstol de nuestra independencia, sentenció: «...lo más puro de un pueblo... es su juventud» y también dijo: «Esta juventud entusiasta es bella. Tienen razón, pero aunque estuviera equivocada, la amaríamos».
Los pensamientos martianos tienen eterna vigencia.
«El hombre joven se debe a su patria», afirmó.
Y sobre la patria, a la cual entregó toda su vida, habló y escribió Martí muchas cosas importantes:
«La patria necesita sacrificios. Es ara y no pedestal. Se la sirve, pero no se la toma para servirse de ella».
«La patria es sagrada, y los que la aman, sin interés ni cansancio, le deben toda la verdad».
«Patria es humanidad...».
Muchos jóvenes nos han escrito y nos escriben dándonos su amor, su solidaridad y su aliento. Cuando nos preguntan qué pueden hacer para ayudarnos a resistir, para llevarnos de regreso a nuestros hogares, nosotros simplemente les decimos: cumplan sus deberes con esa patria/humanidad de la que habló Martí. Nada nos hará más fuertes y nada nos hará más libres que saber que nuestra juventud y toda la juventud revolucionaria están preparadas para defender y llevar adelante las ideas más puras de paz y hermandad entre nuestros pueblos, las ideas justas y dignas del socialismo.
Vivimos tiempos complejos y convulsos, a los que hemos sido llevados por la avaricia y el egoísmo de los que por encima de todo piensan en sus propias riquezas y su propio bienestar. Por ello, tienen ustedes los jóvenes una responsabilidad mayor para salvar los mejores valores humanos —la dignidad, el altruismo, la sinceridad, la solidaridad— y para salvar nuestro planeta.
«Quien piensa en sí, no ama la patria» sentenció el Apóstol. A la «patria/humanidad» no la olvidemos nunca.
Estoy seguro que este evento termina con renovadoras ideas para la batalla por nuestra libertad, en la que sabemos no se descansa ni un día. Estoy seguro que ustedes saldrán más comprometidos por seguir luchando por un mundo mejor que es posible.
Cinco abrazos revolucionarios fuertes.
¡Venceremos!
Ramón, Gerardo, René, Fernando y Antonio
30 de abril de 2013
Prisión Federal de Marianna, Estados Unidos