A miles de estudiantes de otras naciones solo les queda la alternativa de luchar por sus derechos. Autor: AFP Publicado: 21/09/2017 | 05:27 pm
Los hechos más oscuros y viles suelen despertar la conciencia del hombre para las causas más justas. El 17 de noviembre de 1939 fue uno de esos días en que de la penumbra nació el eco de una gesta honorable y heroica, que hoy reencarna en las voces del movimiento estudiantil mundial.
Todo comenzó cuando Adolf Hitler quiso mostrar las garras del nazismo alemán a toda Europa y, en efecto, lanzó zarpazos a sus vecinos Checoslovaquia y Polonia. La cacería fascista continuó cobrando sus víctimas en el Viejo Continente.
El 28 de octubre Praga estalló en manifestaciones, con los estudiantes a la vanguardia. En los violentos enfrentamientos resultó herido el joven universitario Jan Opletal, quien poco después perdió la vida a causa de las heridas. El suceso conmocionó a la población checa y se convirtió en un llamado a intensificar la resistencia.
Durante el entierro, el día 15, las protestas alcanzaron el clímax. En las calles, universidades y residencias estudiantiles de todo el país, el sentimiento antifascista se hizo uno.
Pero la respuesta nazi fue fulminante. En la madrugada del 17 de noviembre, las fuerzas de Hitler cercaron las residencias estudiantiles. A primera hora cerraron todas las instituciones checas de educación superior y enviaron a más de 1 200 alumnos al campo de concentración Sachsenhausen-Oraníeburg, donde les aplicaron todo tipo de maltratos físicos y psíquicos. Nueve jóvenes fueron fusilados.
Estas atrocidades provocaron la condena de las fuerzas progresistas del planeta. El hecho se convirtió en un símbolo de libertad que encarnó el sentir de las juventudes de todo el orbe.
Fue así que en 1941, el Consejo Internacional de Estudiantes, devenido luego Unión Internacional de Estudiantes (UIE), proclamó el 17 de noviembre como el Día Internacional del Estudiante. Desde entonces, cada año más de cien países recuerdan la fecha.
En Cuba las organizaciones estudiantiles festejan esta efeméride con la certeza de poder cumplir sus derechos y las posibilidades de estudios de la Isla, y se suman al reclamo por las noveles generaciones de otras naciones que sufren los efectos neoliberales de sociedades capitalistas.