El bloqueo económico impuesto por Estados Unidos a Cuba afecta la adquisición de medicamentos alternativos para los niños con leucemias agudas, denunció el doctor José M. Ballester, director general del Instituto de Hematología e Inmunología.
En el período de mayo de 2011 a abril de 2012 las afectaciones al sector de la salud se calculan en unos 10 millones de dólares, con mayor vulnerabilidad en los pacientes más pequeños, precisó el también presidente de la Sociedad Cubana de Hematología e Inmunología, citado por la AIN.
Debido a la hostil política del gobierno de la Casa Blanca son mayores las restricciones para el envío de donación de medicamentos por organizaciones norteamericanas y se hace más difícil la atención adecuada a los enfermos, dijo. Otra de las variantes de la política genocida comprende la negativa de entrega de reactivos para la realización de investigaciones y controles en un panel de la Organización Mundial de la Salud, en la que Cuba es excluida de ese beneficio a diferencia del resto de los países, explicó Ballester.
El científico se refirió, además, a la numerosa lista de obstáculos que se deriva de la política de Washington como gravamen contra la isla caribeña, y persisten en poner freno a la asistencia de médicos, enfermeros y técnicos sanitarios cubanos a entrenamientos en centros homólogos en Estados Unidos.
De igual forma, habló de las dificultades que enfrentan las personalidades científicas norteamericanas para obtener permiso y participar en congresos internacionales que se celebran en Cuba, por lo que actualmente es casi nula esa representación, aún cuando existe interés mutuo para el intercambio de experiencias.
Con alto sentido humanista el médico cubano estimó necesario ponerle fin al bloqueo para adquirir medicamentos y otros productos en terceros países.
Así —dijo—, pudieran impedirse las afectaciones a veces graves, no sólo desde el punto de vista económico sino porque esa demora interrumpe los tratamientos de hemopatías malignas.
Es inadmisible el bloqueo comercial, financiero y económico contra la nación caribeña, porque de ahí se deriva además la negación a empresas que desean comerciar con Cuba, de licencias para exportar equipos y reactivos, así como también la eliminación de otras trabas que solo agravan la situación en el sector de la salud, finalizó el profesor Ballester.