CIEGO DE ÁVILA.— El natalicio de Manuel Ascunce Domenech, joven maestro asesinado por bandas contrarrevolucionarias en el Escambray, fue recordado aquí por jóvenes estudiantes y profesores, entre los que se encontraban representantes de aquellos integrantes de la Campaña de Alfabetización.
En la plaza de la Universidad de Ciencias Pedagógicas Manuel Ascunce Domenech se desarrolló el homenaje a ese adolescente, quien en el momento más difícil se identificó ante los bandidos: «Yo soy el maestro». Fue ahorcado y vejado junto al campesino Pedro Lantigua, el hombre que lo acogió como a un hijo y a quien alfabetizaba junto a su familia.
La profesora Maritza Cruz Dávila, de esa casa de altos estudios, recordó sus vivencias como maestra al mencionar a un haitiano a quien enseñó a leer y escribir, el cual demostró una persistencia grande en sus anhelos por aprender.
Yined González Rodríguez, presidenta de la FEU en la Universidad de Ciencias Pedagógicas, enfatizó que Manuel Ascunce Domenech vive en los jóvenes estudiantes que hoy se preparan para ejercer el magisterio con la misma entereza con la que él partió hacia la zona de Limones, en el municipio de Trinidad, hoy en la provincia de Sancti Spíritus.
Durante el acto se entregaron los premios del concurso El sentido del deber, dedicado al aniversario 50 de la Campaña de Alfabetización y auspiciado por la Cátedra Honorífica Manuel Ascunce Domenech, de la filial de la Asociación de Pedagogos de Cuba en la provincia y el Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación y el Deporte.
El gran premio recayó en el trabajo de Sergio Sorí Paz, un texto con alto valor testimonial de la Campaña. La categoría de relevante fue para el Doctor Yoel Lozada Mayo y el profesor Eddy Naranjo, en tanto destacados fueron Elvira Evelenda Sánchez y Eyda Mendoza González.