El programa de desarrollo mular en Cuba incluye un severo control sanitario de los ejemplares que intervienen en la reproducción para evitar la transmisión de enfermedades congénitas. Autor: Internet Publicado: 21/09/2017 | 05:03 pm
SANTA CLARA.— Con la gestación de las primeras siete yeguas a partir del uso de la inseminación artificial, los técnicos y profesionales de la Granja Integral Don Quijote, de esta provincia, inician la reproducción mular asistida. Julio López, director de la entidad, informó a la prensa que esa modalidad asegura menor desgaste de los sementales, máximo aprovechamiento del celo y permite un mejor manejo del rebaño.
López significó que comenzaron la experiencia con un reducido número de potras, las cuales reciben atención diferenciada y tratamiento especial, con el fin de valorar en la práctica la validez del empleo de la técnica. Ya las jacas seleccionadas arriban al cuarto mes gestacional y hasta el momento no muestran incidentes que indiquen posibles abortos ni otras complicaciones, aseguró.
Para el próximo año, debemos incrementar la cantidad hasta lograr que el ciento por ciento de las reproductoras sean gestadas artificialmente, aseveró. Puntualizó el directivo que la granja Don Quijote cuenta con 179 hembras destinadas a la procreación y ocho sementales, todos de la raza criolla.
El ganado mular se logra con el cruce de hembras equinas y burros, lo cual hace compleja la concepción, embarazo y la sobrevivencia de los híbridos en los primeros tres meses de nacidos, explicó Ernesto Medina, presidente de la Asociación Cubana de Producción Animal (ACPA) en la provincia.
Para el éxito, agregó, se requiere de una alta disponibilidad de agua y comida, y en tal sentido las hembras, mientras están embarazadas, consumen alrededor de 90 litros del líquido al día y unos 30 kilogramos de alimento. Añadió el especialista que en Cuba las arrías de mulos son determinantes para el trabajo en las montañas, por su capacidad de ascender y descender pendientes, la fortaleza física y la obediencia que desarrollan ante las voces de mando.
El cruzamiento espontáneo en los potreros y carencia de ejemplares puros provocó un descenso considerable en la talla de los animales en el país y acortó su edad productiva. Desde hace más de una década, se implementó en la Isla un programa para recuperar ese ganado, en el cual el uso de la inseminación artificial tiene un rol determinante concluyó Medina.